Diablo III: Eternal Collection

El lanzamiento de la tercera entrega de esta saga fue un autentico quebradero para Blizzard y para muchos usuarios. Una serie de malas decisiones, aspectos del titulo que no dieron el resultado esperado y una nostalgia que se sintió herida. Si nos centramos en el apartado jugable, el título cuenta con un un sistema de habilidades abierto, que hace que podamos cambiar a nuestro antojo las habilidades una vez estén desbloqueadas. Cosa que no sentó bien a los nostálgicos, pero que acompañó a la perfección la jugabilidad más fluida que trajo esta entrega. Pero como ya hemos dicho, su lanzamiento fue pésimo dadas decisiones como la de incluir una casa de subastas en la que se podían comprar objetos con dinero real y un sistema de loot horrible que incentivaba más el uso de dicha casa de subastas. Estos cambios no tardaron mucho en eliminarse. Pero una de las malas decisiones sigue presente y es la falta de un endgame que le de vida al juego cuando hayamos acabado la historia. Esto se solucionó en su primera expansión, pero sigue siendo un gran punto negativo si no hemos adquirido 'Reaper Of Souls'