28 de Agosto 2019 | 23:48
En la segunda mitad el Siglo XVI, Sevilla era la metrópoli del mundo occidental. Puerta de acceso de América en Europa.
Ciudad donde la riqueza florecía con facilidad gracias al comercio internacional, al oro, la plata; a la convivencia de nacionales y extranjeros: cristianos, judíos conversos, moriscos, esclavos, libertos, pícaros, ladrones, prostitutas, nobles y plebeyos.
Pero también era una ciudad de sombras por la desigualdad, las hambrunas, inundaciones y epidemias.
Durante una plaga de peste negra, un ex militar - Mateo - regresa, honrando su palabra, para encontrar y sacar de la ciudad al hijo de un amigo fallecido. Mateo tuvo que huir de la ciudad para salvar su vida. La Inquisición le condenó a muerte por imprimir libros prohibidos.