UNA SERIE DE SOBRESALIENTE

'Stranger Things' es una serie de Matrícula de Honor

'Stranger Things' es una de esas pocas series que merece la Matrícula de Honor.

Por Maribel Baena 17 de Noviembre 2017 | 11:10

Aviso antes de comenzar: lo que vas a leer a continuación es una opinión personal. Por lo tanto, es comprensible que no estés de acuerdo. ¡No pasa nada! Deja tu opinión en los comentarios, y podremos debatir educadamente. ¡Gracias!

Hay pocas series que, a lo largo de mi vida, me hayan parecido una completa obra maestra. Muy pocas. Sí es cierto que me he enganchado a algunas con mucha fuerza (como 'Anatomía de Grey', 'Shameless' o 'American Horror Story'), pero he sabido ver los defectos de esas series. Siempre había algo que fallaba. Por ejemplo, en el caso de 'Anatomía de Grey', lo más evidente: se está alargando por encima de sus posibilidades, liando el guión de tal forma que acaba haciéndose complicado el disfrutar de cada episodio.

Eso me llevo a pensar que no había series de Matrícula de Honor, así, en mayúsculas y con todas las de la ley. Y, justo entonces, llegó 'Stranger Things' y me sorprendió gratamente. Comencé a verla el verano pasado, cuando fue el gran "boom" de la serie, y no me esperaba para nada lo que me encontré. Me pareció una serie diferente, en el amplio sentido de esa palabra. Es cierto que no me hizo querer formar parte de un fandom, pero creo que eso tiene más que ver con la personalidad de cada uno que con que le guste o le deje de gustar la serie. Pero sí me pareció una serie de Matrícula de Honor prácticamente desde el principio.

Pero, ¿por qué?

Si sois detractores de 'Stranger Things', seguramente os estéis preguntando por qué me parece una serie de diez. No de nueve, o nueve y medio, sino de diez. ¡Y eso es lo que quería explicaros! No convenceros, ni mucho menos, puesto que esto es algo muy objetivo; simplemente quería exponer mi opinión.

Personalmente, valoro mucho que una serie tenga una buena ambientación. Si dice que se desarrolla en los años ochenta, por ejemplo, me gusta que tenga una gran cantidad de detalles que nos lleven a esa época. Y en eso 'Stranger Things' se luce totalmente en este punto. Consigue transmitirnos precisamente eso: que estamos en un año determinado, que los personajes encajan total y completamente con esa época. Esto tiene un trabajo detrás que, por sí mismo, ya debe ser valorado y tenido en cuenta.

Pero es que no es solo el hecho de que esté conseguida la ambientación. Es que incluso las imágenes, los colores, cómo está grabado... Todo esto nos lleva de vuelta a las películas de los años ochenta. Sabe dar donde más duele: justo en la nostalgia.

Una banda sonora en condiciones me parece, a su vez, algo fundamental. Porque no podemos obviar en ningún momento que, además de buscar calidad en la imagen, buscamos calidad en el sonido. Que haya canciones que merezcan la pena, que nos hagan incluso comprarnos el CD (o suscribirnos a una lista de Spotify) para poder escucharlas de nuevo, es algo increíble. Y 'Stranger Things' lo consigue.

Aunque estos no son sus únicos puntos fuertes. El hecho de que esté protagonizada por niños, y que estos niños actúen con esa fluidez, con esa garra... Es algo que debe ser valorado no una, sino mil veces. Porque son muy jóvenes, pero hacen un trabajo de adultos, para el que se supone que todavía no deberían estar preparados. ¡Y lo hacen muy, muy bien! Además, el hecho de que haya niños hace que la dulzura sea aún mayor, que se pueda profundizar en una parte de la trama que, con adultos, sería imposible.

No solo esto: 'Stranger Things' rompe con los roles de género, critica el bullying, la discriminación, y otros tantos problemas sociales que continúan, a día de hoy, afectándonos. Es por todo esto que, para mí, es una serie de Matrícula de Honor.