Tras el estreno de la segunda temporada de 'Por trece razones', la serie volvió a sufrir duras críticas y, al mismo tiempo, hubo una inmensa cantidad de espectadores que la calificaron como una serie necesaria. Con la serie de Netflix parece que siempre sucede algo parecido, que ningún espectador se mantiene neutral; o la odias, o la adoras, pero no hay término medio.
Hubo quien opinó que 'Por trece razones' no debería haber renovado por una segunda temporada solo por el éxito de la primera, puesto que la historia ya había finalizado y no necesitaba absolutamente ningún añadido. Cuando Netflix anunció que no se quedaría ahí, sino que irían a por una temporada más, la reacción de los seguidores no se hizo esperar, y la polémica volvió a surgir. ¿Es buena idea alargar la serie hasta la extenuación, más allá de lo que el libro original realmente pretendía contar? ¿No acabará esto perjudicando a la trama?
Netflix se ha pronunciado al respecto, para así tratar de cerrar todas las polémicas. Están plenamente convencidos de que, tras el éxito que ha tenido 'Por trece razones', la serie debe continuar porque consigue atraer al público, y ese es su principal objetivo.
Las series necesitan audiencia, y 'Por trece razones' la tiene
El CEO de Netflix, Reed Hastings, ha aclarado que "nadie tiene por qué verla (la serie)" si no quiere hacerlo. Sus palabras exactas han sido: "'Por trece razones' ha conseguido mucha popularidad y éxito. Es contenido que engancha. Es controvertida, pero nadie tiene por qué verla". El medio Deadline ha sido el encargado de recoger sus declaraciones que, por otro lado, dicen mucho de las intenciones de Hastings con la serie.
Por mucho que haya quien señale que el principal objetivo de 'Por trece razones' es concienciar a la población y sensibilizarla sobre el acoso, el abuso y todo lo que esto implica, lo cierto es que su objetivo principal es obtener beneficios. Al igual que sucede con cualquier otra serie, o con cualquier película, por mucho mensaje moral que pueda llegar a transmitir, lo realmente importante es que acabe generando los suficientes beneficios como para poder mantenerse; y, para eso, obviamente, debe gustar a la audiencia. Las producciones no dejan de ser proyectos empresariales en los cuales los trabajadores invierten su tiempo y esfuerzo, y por los cuales deben ser recompensados. Eso no quita que acabé teniendo un objetivo más allá de los beneficios económicos, como podría ser la concienciación. Pero la audiencia siempre es un incentivo importante a la hora de decidirse a renovar la serie.
La tercera temporada podría enfocarse de formas bastante positivas para los espectadores, como ya han intentado hacer con las anteriores temporadas. Los rumores apuntan a que podría girar en torno al problema de los tiroteos en las escuelas, algo bastante recurrente en los Estados Unidos. Habrá que esperar para ver cuál es el eje de la historia en esta ocasión.