Mis pensamientos no pueden parar de guerrear mientras comienzo a escribir sobre el último vídeo de Pablo Iglesias en Twitter. Mi yo racional me insiste en que no debo hacerlo, mi yo más pasional, el de los bajos instintos, me dicta que esto es algo que pocas veces verán nuestros ojos: un político parodiando en Twitter a la mujer del leño de 'Twin Peaks'. Así es Pablo Iglesias, y así se ha presentado el secretario general de Podemos en su último llamamiento a la inscripción en la organización.
En pijama, que esto también es importante, sentado con las piernas cruzadas al lado de una chimenea, y con tronco en mano como Margaret en la serie de Lynch, Iglesias homenajea la ficción de Showtime. En el vídeo recuerda a sus seguidores que 2017 será el año en el que volverá a emisión la serie más gloriosa de todos los tiempos, y aprovecha para recordar a los simpatizantes que este también será un gran año que comienza con el encuentro del partido en Vistalegre II. La relación entre el tronco de la señora Margaret Lanterman y la asamblea ciudadana de los morados es difícil de trazar, pero ¡eh! es Twin Peaks.
Guiño de Iglesias aparte, pensar en Margaret Lanterman es recordar el triste fallecimiento de la actriz Catherine Coulson el pasado 2015. Su personaje es, sin duda, uno de los más queridos en la serie del Agente Cooper. Como una rareza que muchos llamarían neurosis, la entrañable mujer charlaba en susurros, como Pablo Iglesias imita, con un tronco de leña que paseaba sin complejos por todo el pueblo. Evidentemente nadie en 'Twin Peaks' se sorprendía de la relación, y la popularidad del personaje llegó a ser tal, que pasó de ser poco más que una excentricidad de entre tantas durante los primeros capítulos, a tener una intervención importante cuando la identidad de Bob estaba a punto de desvelarse en los últimos compases de la ficción.
Nueva temporada
Como menciona Pablo Iglesias, 2017 será el año de retorno de Twin Peaks, y casi exclusivamente por este acontecimiento puedo aventurar que será un gran año. Estamos de enhorabuena, porque Lynch está capitaneando el barco, lo que debería garantizar una calidad más cercana a los primeros compases de la serie, y tangencialmente alejada de sus lánguidos coletazos finales.