Todos los meses me surge absolutamente la misma duda: ¿debo renovar mi suscripción de Netflix? ¿Realmente le saco partido, o me saldría más rentable ahorrarme ese dinero? Pago la cuota máxima (que tampoco es demasiado; es decir, son catorce euros) a medias con algunos amigos y familiares, y he de admitir que así sale bastante más rentable. Aún así, no puedo evitar preguntármelo siempre que me llega el cargo. ¿Le estoy sacando rentabilidad real a esta suscripción, o podría aprovecharla más?
Hace unos días decidí ponerme a investigar Netflix. No solo el catálogo que ofrece (que todos sabemos de sobra que es muy amplio), sino el uso que yo hacía. Vi cuántas series había estado viendo desde que me suscribí, cuántas películas; hice una búsqueda para ver cada cuánto añadían contenido nuevo, y analicé realmente si ese contenido me interesaba o acababa obviándolo, como si no fuera conmigo. Y llegue a una conclusión muy clara: le saco más partido del que normalmente admito.
Desde que me suscribí, he visto cerca de veinte series; y no os hablo de series cortas, puesto que una de ellas fue 'Crónicas Vampíricas'. Las películas que he devorado son incontables, puesto que este fin de semana, sin ir más lejos, vi un total de ocho. Es cierto que hay semanas que no tengo tiempo de ver ninguna, pero lo compenso con otras como la pasada. Además, todas eran muy diferentes entre sí. Por poner un ejemplo, vi 'No respires', 'Gru: mi villano favorito', 'Embarazados' y la versión de Leonardo DiCaprio de 'Romeo y Julieta'. No tienen absolutamente nada en común... Excepto que están disponibles en Netflix. Y precisamente a eso quería llegar: la variedad del catálogo que ofrecen es tal que siempre hay opciones para ver, independientemente de lo que te apetezca.
Aunque ahí no se queda la cosa. Ahora me he enganchado a dos programas estadounidenses, 'Sugar Rush' (un concurso de pastelería, básicamente) y 'Inside the world's thoughest prisons'. De nuevo, ¿pueden ser más diferentes el uno del otro? ¡Y así con todo! El punto fuerte de Netflix es precisamente esto: puedes estar meses y meses suscrito sin agotar el catálogo.
Sí merece la pena, siempre y cuando consumas contenido
Mi conclusión, en mi caso, es muy clara: Netflix merece la pena a largo plazo, siempre y cuando le des un uso real a la plataforma. Incluso si la usas para ver una película cada fin de semana, te sería útil, puesto que haciendo cuentas, Netflix es más asequible que ir al cine. Si tienes un dispositivo como Chromecast, o una televisión con acceso a internet, Netflix podría convertirse en tu mejor amigo; es mi caso, y ha habido días que ni siquiera he encendido la televisión como tal, puesto que sentía que no me hacía falta.
Como siempre, depende mucho de las necesidades que cada uno tenga. Si no sueles ver películas, o no te gusta seguir series, y tampoco te atraen en absoluto los programas y documentales, Netflix no te será rentable bajo ninguna circunstancia. Mas si eres como yo, y aprovechas cualquier minuto libre para devorar todas las películas que encuentras a tu paso, te pasará como a mí: renovarás mes tras mes, pese a tus dudas cada vez que llegue el cargo al banco.