Viendo 'Juego de Tronos' es fácil desear vivir en uno de esos imponentes castillos; adaptándolo a las nuevas tecnologías, poniéndole Wi-Fi y electricidad, puede ser un auténtico lujo. Ya no solo por ser un castillo en sí mismo, sino por el hecho de aparecer en una de las series más importantes de la historia de la televisión actualmente. Buena prueba de ello es que los espectadores viajan todos los años por Europa visitando los escenarios de la serie, únicamente por el atractivo que tiene que hayan pertenecido a 'Juego de Tronos'.
Uno de estos castillos, uno de los preferidos, es el de Aguasdulces, que pertenece a la casa de los Tully y posteriormente es robado por los Frey. Este castillo pertenecía a la familia Gosford, y está en Mullaghbrack Road, un pequeño pueblo de Irlanda del Norte. Lo que más llama la atención de este castillo en particular son sus torres, puesto que lo convierten en una auténtica fortaleza. Y, ahora, lo que más está atrayendo al público es que se ha reformado y se ha puesto a la venta para todo aquel que tenga 560.832,50 euros para pagarlo. Aunque ese no es el precio del castillo al completo, sino de cada uno de los seis apartamentos que ahora lo conforman.
Como lo estáis leyendo: una parte específica de este castillo ha sido completamente reformada, y se han creado seis lujosos apartamentos. Se ha aprovechado la fama de 'Juego de Tronos', y se han ambientado en la serie, recibiendo nombres como 'The Round Tower'. Cada apartamento supera el medio millón de euros, con lo cual no hablamos de un precio asequible a todos los bolsillos, pero seguro que hará las delicias de los más seriéfilos.
Una joya histórica que ha sido reformada
Lo más llamativo de esta reforma y de que haya partes del castillo que se hayan puesto a la venta es el hecho de que estamos hablando de un monumento histórico, con un valor real tras sus muros. Este castillo se construyó a mediados del siglo XIX por el conde de Gosford, Archivald Acheson, que quiso diseñarlo al estilo Normand Revival. El encargado de diseñarlo por completo fue el arquitecto Thomas Hopper, muy reconocido en esa época.
Hasta el año 1921, sus residentes fueron los condes de Gosford, que disponían de quince habitaciones y diez cuartos de baño para todo lo que quisieran hacer allí dentro. Durante la Segunda Guerra Mundial, las tropas inglesas requisaron el castillo y lo usaron como lugar de descanso. Cuando terminó la Guerra, la familia vendió el castillo al Ministerio de Agricultura, que acabó convirtiéndolo en el Gosford Forest Park, un enorme bosque de conservación. Durante los últimos años, se transformó poco a poco en un hotel y en escenario de 'Juego de Tronos', entre otras series.
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