Este artículo contiene SPOILERS de 'Juego de Tronos'.
Bajo el brillo artificial del fuego Valyrio, Cersei ha vuelto a marcar una muesca Lannister en la historia de desdichas y tragedias de 'Juego de Tronos'. En esta temporada descubrimos a la Cersei más acongojada, hundida, humillada e irreconocible, y como un crisálida en primavera, la Cersei despiadada y fuerte ha renacido en un golpe de efecto digno de aquella frase desgarradora: "reduciré vuestras ciudades a cenizas", que salía de los labios de la reina regente hace un par de capítulos, como delirios de un desquiciado o un desesperado, pero que con la frialdad del acero ha cumplido paso por paso. Todos los horrores del Gorrión Supremo y su fe se han volatilizado en llamas bajo la mirada de un horror todavía mayor. La explosión de Cersei ha acabado con todos sus enemigos en Desembarco del Rey, ha acabado también de manera indirecta con la vida de su mediocre hijo, que se suicidó al ver volar el septo, también se ha llevado por delante el futuro de la casa Tyrell, y ha borrado de Desembarco cualquier rastro religioso en una escena con 287 extras. El ataque del Gorrión fue violento y descarado, pero la respuesta de Cersei Lannister está a la altura del nombre de su familia y del suyo propio.
La debilidad de Cersei, la única mueca de duda en su inquebrantable rostro, siempre surgía de sus hijos. Ahora que toda su descendencia ha muerto acudimos al cierre de esta temporada al despertar de una mujer sin escrúpulos dispuesta a apretar sus uñas contra el Trono de Hierro. Cersei se autoimpone reina de los Siete Reinos, sin apoyos, sin familia, sin descendencia, pero dispuesta a luchar.
Sin embargo, el camino de Cersei, que se hace con el total protagonismo, va a ser el camino de la soledad. La casa Lannister está en una situación crítica: poco oro y muchas muertes; los Bolton felizmente enterrados; Tyrrell como principales enemigos tras las muertes del septo en la explosión, y el querido Walder Frey, con toda su familia, ha conocido de manera íntima el acero de Arya Stark.
De esta forma, Cersei cierra la temporada en la ilusión de tranquilidad, mientras a su alrededor se fraguan alianzas que presagian un breve futuro a su reinado. El norte queda guardado bajo el manto de los Stark, con apoyos renovados y Jon Nieve como Señor del Norte. Por el sur se han alineado todos los enemigos de los Lannister en apoyo a Daenerys Targaryen, que, por fin, tras más de cincuenta episodios, ha subido a su ejército en barco rumbo a Desembarco del Rey. Aparentemente los Targaryen lo tienen muy fácil para llegar y aplastar Desembarco, pero aparentemente las cosas siempre resultan más fáciles de lo que finalmente son.
El secreto Targaryen
Sin embargo, en la sutileza encontramos lo realmente rompedor de este capítulo final de temporada. Jon Nieve no es el bastardo de Ned Stark, Jon Nieve parece que es un Targaryen, bastardo, pero Targaryen. El nuevo Rey del Norte tiene sangre Stark, pero no la de Ned, sino que es hijo de Lyanna Stark. Si echamos un vistazo sobre la historia de Poniente, la hermana de Ned guardaba una relación particularmente estrecha con Rhaegar Targaryen, hermano de Daenerys y por tanto hijo de Aerys II Targaryen. Jon Nieve es un Targaryen, lo que puede trastocar el futuro de la cruzada de la khaleesi.
La amenaza de más allá del Muro queda ahora relegada a un segundo plano, y lo que resulta realmente interesante es el conflicto Targaryen que se avecina. Probablemente Nieve sería el legítimo heredero del Trono de Hierro, mientras que la Khaleesi, como no deja de recordarle Tyrion, cada vez se parece más al Rey Loco. Daenerys al dejar atrás en Meereen a Daario, su amante, y dejarlo sin mayor remordimiento, simplemente atendiendo a un fin utilitarista para la conquista de los Siete Reinos. La línea paralela entre Canción de Hielo y Fuego y los modos de la política de nuestros días nunca se ha escondido, y no sería la primera vez que vemos a un político a priori honesto cambiar modos y discurso tan pronto como siente el mullido sillón de poder político a la espalda. Ese es el filo de la navaja en el que ahora se contonea Daenerys.
De esta forma se cierra la que es, con diferencia, la mejor temporada de 'Juego de Tronos' hasta el momento.
Los Targaryen volverán a reinar en Poniente... pero, ¿cuál de ellos?