Atención: este artículo contiene spoilers de 'Juego de Tronos'.
'Juego de Tronos' se caracteriza por ser una serie con muchos matices, donde es muy fácil comenzar odiando a un personaje y terminar queriéndole con locura. Es una serie muy gris, donde es posible defender tanto a los Lannister como a los Stark, dependiendo del momento; no hay personajes completamente malos, al igual que apenas hay personajes completamente buenos (obviando a Jon Nieve y el fallecido Ned Stark). Los protagonistas son seres complejos, muy humanos, que van moviéndose por sus propias vivencias, actuando en consecuencia a sus objetivos; en ocasiones, estas acciones nos hacen verles como algo positivo para la sociedad y, en otros momentos, como algo totalmente negativo. Y este es uno de los puntos más fuertes de la serie, sin lugar a dudas: los personajes tan humanos que tiene.
Hemos visto cómo algunos de estos personajes han ido evolucionando con el paso del tiempo. Pero, sin lugar a dudas, el que más ha cambiado ha sido el protagonista de nuestro artículo de hoy: Jaime Lannister. El que comenzó siendo el asesino de Reyes (y casi de niños), ahora mismo se ha ganado un hueco enorme en nuestro corazón. Pero, ¿por qué? ¿Cómo ha pasado esto?
Echemos un vistazo rápido a lo primero que nos llegó de Jaime: mantenía relaciones con su hermana, era el mejor caballero del reino, y no tenía ningún tipo de escrúpulos. O eso creíamos. Pero, poco a poco, con el paso de los capítulos, hemos llegado incluso a temer por su vida. Su tiempo con Brienne de Tarth le cambió por completo, o quizá lo que nos dio fue la oportunidad de conocerle un poco más. Y es que descubrimos un Jaime diferente, uno que de verdad se preocupa por su familia, que conoce lo que es el honor y valora mucho la posición de su apellido.
Posteriormente, con Tyrion, vimos un Jaime que adoraba a su hermano incluso hasta el punto de dejarle vivir pese a las acusaciones que sobre él se habían vertido. Ha visto cómo el gran grueso de su familia ha sido asesinado, y, pese a todo, se mantiene fuerte. Ha sido capaz incluso de ver cómo el amor de su vida, la persona con la que ha contado desde el principio (literalmente, puesto que es su hermana melliza) le ha traicionado y, poco a poco, ha ido perdiendo parte de su cordura. Y, pese a todo, él se ha mantenido estable. Tratando de aferrarse a sus valores, defendiendo a los suyos y mostrándose en desacuerdo con todo aquello que le parecía una locura.
Un personaje con tantos matices que es casi imposible de analizar
Conocemos absolutamente todos los errores de Jaime Lannister al dedillo, porque le hemos visto ir cometiéndolos. No obstante, ahora somos capaces de verle más allá de todos esos errores, esos pecados. Porque comprendemos por qué los cometió.
Él arrojó a Bran por la ventana porque creía que así salvaría su relación con Cersei, la mantendría en el anonimato y, con eso, conseguiría salvar a su familia. Porque si Robert se hubiera enterado del incesto... Prefiero no llegar a imaginar esa situación. Jaime no es ningún héroe, no cometió ningún acto heroico tratando de salvar a su familia, ni mucho menos, pero tampoco es un villano.
Jaime es la descripción perfecta de caballero. En esta última temporada ya lo ha demostrado: permitió que Olenna muriera de la forma más digna posible pese a haber asesinado a su primogénito, y se lanzó a una muerte segura con tal de eliminar a su rival (que su rival era nuestra adorada Daenerys, sí, pero eso es inevitable teniendo en cuenta la trama actual). Como buen Lannister, Jaime creció sintiéndose superior; no obstante, ahora ha aprendido que su apellido no le hace distinto del resto. Sabe que su honor no se debe solo a su apellido.
Personalmente, me encantaría ver a Jaime abandonar a Cersei y unirse a las tropas de la Reina Dragón. No obstante, su honor, su responsabilidad con el apellido que porta, harán que esto le sea imposible. Por mucho que a Jaime ya se le conozca como el Matarreyes, él únicamente hizo esto porque de verdad sentía que el Rey Loco merecía ese final. Quién sabe si, quizás, Cersei acaba provocando que Jaime demuestre una vez más que su preocupación por los ciudadanos va más allá de su lealtad con su Reina...
¡Y es que esto es lo mejor de Jaime! Pese a lo mucho que le conocemos, no podemos terminar de anticiparnos a sus movimientos. No sabemos si ganará su parte Lannister, o su parte de caballero, pese a que ambas partes confluyan a veces. Realmente, es uno de los personajes más complejos de la serie, uno de los que tiene más fuerza y, sobre todo, uno de los más queridos. No hemos olvidado sus pecados, pero sí los hemos perdonado y comprendido. ¿Qué le deparará el futuro a Jaime? Personalmente, espero que una vida larga y próspera... Aunque temo que no será así.