Desde el momento en el que se estrenó 'Por trece razones', la polémica ha perseguido a esta popular serie por muchos motivos, pero el principal de todos ellos envuelve el suicidio entre adolescentes. ¿Puede la exposición del suicidio en 'Por trece razones' influir de mala manera?
Algunos dicen que sí, otros dicen que no. Sea como sea, esta semana se ha publicado un estudio realizado por múltiples psiquiatras sobre los patrones que presentan los adolescentes después de ver la serie. De entre los 87 jóvenes que participaron, más de la mitad han mostrado inquietudes respecto al suicidio a raíz de sentirse identificados con la protagonista Hannah Baker (Katherine Langford). Si bien el objetivo de la serie es sin duda empatizar y ponerse en el lugar de Hannah, las consecuencias han sido, en su mayoría, negativas entre los espectadores más jóvenes.
No, no es una serie que todos deberíamos ver
El estudio (que podéis encontrar en Psychiatry Online) ha señalado con mucha prudencia que hace falta más investigación para señalar cuáles son los patrones exactos que 'Por trece razones' despierta en los adolescentes, pero los resultados hablan por sí solos. Una buena forma de prevención para los espectadores sería proteger su vulnerabilidad ante estos temas, viendo la serie en compañía de un adulto y luego comentando con él las reacciones y los sentimientos que le han provocado. En caso de tratar con un adolescente con riesgo de suicidio, la prevención es vital, y por buenas intenciones que tenga el equipo de 'Por trece razones', no es un programa apto para todo el mundo, ni mucho menos necesario para visibilizar, comprender y afrontar problemas de bullying y acoso sexual.
A pesar de todo, el éxito de la serie es indiscutible, y Netflix ya ha renovado para una tercera temporada, que llegaría a nuestras pantallas en algún momento de 2019. Esperemos que por aquel entonces ya haya algo más de sensibilidad de cara a lo que los jóvenes pueden enfrentarse después de sus episodios.