El 27 de Marzo 2018 | 12:58
Este artículo de opinión contiene información del último episodio de 'Dragon Ball Super'
'Dragon Ball Super' ha llegado a su fin. Un momento que muchos esperaban con ansias, y otros con miedo, ha producido que la serie de Akira Toriyama esté más de moda que nunca. A título personal era un cierre que no sabía muy bien como encajar, pero después de los 23 minutos que duró el capítulo 131, tengo una cosa más clara que nunca. Adoro 'Dragon Ball'.
Este último episodio ha sido un compendio de buenas maneras en un homenaje a los fans de la serie. Mezclar lo nuevo con lo antiguo, con un dibujo al nivel de lo que se exigía, y con un giro de guión final que dejó a todo el mundo descolocado.
No creo estar exagerando cuando digo que es el mejor capítulo de cierre de toda la historia de 'Dragon Ball', 23 minutos que se disfrutan de inicio a fin y que deja tantos recuerdos que será difícil de superar.
La extraña pareja
Uno de los aspecto más llamativos fue el equipo formado por Freezer y Goku. Han sido dos personajes que se han odiado mutuamente, los cuales se han infligido duros golpes en la vida del otro, y que ofrecieron uno de los combates más emocionantes de la franquicia 'Dragon Ball'.
Aunar estos dos luchadores era un hecho casi imposible en la cabeza de cualquier seguidor. Pues este episodio no solo lo ha conseguido, sino que también ha servido para recordar todo lo que disfrutamos de su lucha en Namek.
Podemos describir esta decisión de muchas maneras, pero para mí solo hay dos que sean justas, impresionante e increíble. Quizás para aquellos que no sean tan fans de la serie no lleguen a comprender mis palabras, pero es una pelea que tira por la borda todos los sentimientos de dos personajes durante 30 años.
El merecido ganador
Otra decisión brillante ha sido el triunfo de C-17, sí brillante. No solo por salir de los estereotipos donde siempre vence Goku o un Saiyajin, sino porque con permiso de la Doctrina Egoísta, el androide ha sido el mejor personaje de todo el Torneo de Poder.
Es cierto que su aparición final con Freezer en el episodio 130 fue bastante cuestionable. Yo mismo he reconocido que su reaparición no me había gustado. Pero cierto es que conmemorarse el campeón del torneo hace justicia a un personaje que parecía que iba a pasar desapercibido, pero que al final ha ofrecido los mejores combates junto a Goku.
Para concluir tenemos a Jiren, un personaje que parecía tener fuerza infinita, pero que al final se ha mostrado su lado más "humano". Para ponerle un pero, creo que se debería haber mantenido ese halo de misterio y seriedad de la que ha hecho gala el personaje durante toda la trama. Entiendo que se le ha querido dar un final feliz, pero no hubiera estado mal que a pesar de reconocer su derrota, Jiren hubiera seguido mostrando su carácter terco e independiente. Algo que sí se vio muy bien con Hit, por ejemplo.
Sin duda ha sido un cierre extraordinario a lo que suponemos que es un hasta luego y no un adiós. La siguiente parada será el próximo 14 de diciembre con la nueva película, la cual os dejamos el tráiler al final del texto. He de reconocer que cuando comenzó 'Dragon Ball Super' tenía muy pocas esperanzas en la serie. Hoy 131 capítulos después, y casi dos años y medio, he de reconocer que he disfrutado mucho de la serie, y que me ha devuelto a una época que creía olvidada en mí.
¡Nos vemos muy pronto Kakarotto!