Aún recuerdo el momento en el que leí en una revista juvenil, hace ya casi 20 años, que ese hombre tan curioso como Matt Groening, del que leía curiosidades en los cómics de los 'Los Simpson' y cuyo apellido yo pronunciaba de manera literal, estaba creando una nueva serie de televisión ambientada en el año 3000. El resultado, estrenada hace 18 años, fue bestial. Pero, en verdad, cuantos más años pasaban, más me gustaba 'Futurama'. Hoy en día es una de mis series favoritas, de esas que espero tragarme de principio a fin en un buena fartura de episodios.
No era de extrañar que ante la nueva llegada de una producción de animación por parte del señor que ponía sus iniciales en la cabeza de Homer Simpson, me creara la misma expectación. Incluso más. Pasó de la ciencia ficción a la fantasía, mi género favorito, con un juego de palabras de lo más sarcástico en el título y un diseño de los personajes que me llevó la atención desde el inicio. El sello Groening impregnado por todas partes. Además, la expectación creció cuando, el día del estreno mi pequeña ciudad amaneció con una lona publicitaria de Netflix grandes dimensiones cubriendo un andamio del centro, algo que esta humilde provinciana de costa y montaña jamás había visto por sus calles.
Supongo que esta expectación era compartida por todas las personas fans de 'Los Simpson' y/o 'Futurama'. Sin embargo, parece que el resultado no ha sido del agrado de mucha gente, y los críticas van en el tono, sino completamente negativo, sí de cierta frustración y, como mucho, de ánimo para que "no desfallezcamos al inicio de la temporada y continuemos viéndola porque mejora".
No es intención, ni tengo el derecho, a desdeñar ninguna opinión. Pero sí me gustaría romper una lanza a favor de '(Des)encanto', y compartir la impresión positiva que a mi me ha despertado desde el primer minuto. Ese humor de mala leche, irónico, caricaturesco, encontrando el perfecto equilibrio propio de Groening, donde las bromas más zafias son presentadas con una limpieza y blancura que casi no te enteras (¡han prostituido a Campanilla, por el amor de Odín!). Un humor que hemos visto en 'Los Simpson' y en 'Futurama', aunque '(Des)encanto' recuerda más a la segunda.
¿Por qué nadie quiere a Elfo?
He visto mejores palabras para el personaje de Luci que para Elfo, el siguiente paso lógico en la sucesión Bart-Cubert-Elfo, y en el que, he de decirlo, estuve un buen rato intentando descifrar si también tenía una M y una G garabateadas en su pelo y orejas (cuyo interior tiene el mismo garabato que Homer). Personalmente, es mi favorito. Su salida intencionada de su aldea feliz -para probar en sus propias carnes la miseria de la existencia en un mundo del que ningún elfo había logrado retornar (ni siquiera el elfo Retorno- nos adelantaba ya el tono de la serie. La inocencia con la que se resigna a ser tanto la fuente de sangre mágica para el Rey como la víctima de todas las bromas de Luci, siempre siguiéndolas sonriendo, es brutal.
Otro de los puntos que me ha sorprendido gratamente de '(Des)encanto' es que, si bien las tramas son autoconclusivas, la serie mantiene una continuidad más cercana al drama. Una fórmula que, de nuevo, la acerca más a 'Futurama' que a 'Los Simpson', aunque claro que ni siquiera Matt Groening intentaría hacer algo parecido a la serie de la familia más famosa de la televisión.
¿Ver o no ver '(Des)encanto'? Sin ninguna duda: sí
En definitiva, la serie no necesita, al menos para mi, ningún tipo de esfuerzo para ser vista. Ya la ambientación me mantiene enganchada con entusiasmo, pero los gags me hacen soltar carcajadas, me parece que está llena de detalles de los que no nos damos ni cuenta, y la verdad que espero que haya más temporadas. Quizá mucha gente esperaba que fuera una serie tan rompedora como las previas, pero en verdad no creo que haya falta que Matt Groening convierta en oro todo lo que dibuja.
'(Des)encanto' sigue la línea que comenzó 'Futurama', que sí rompió mucho en su día con respecto a 'Los Simpson', y no creo que haya que cambiar la fórmula. Me alegra más que haya una nueva ambientación y cierta frescura en lista producción, y la veo con la intención y expectación que tenía: reírme y pasarlo bien un rato. Y vaya si me río. No dejéis que las críticas os interfieran: vedla con toda la inocencia del mundo y cada uno y cada una veréis si queréis continuarla o no.
Y si todo el mundo hace juegos de palabras con el encanto o no de la serie, yo dirá que: A MI '(DES)ENCANTO' SÍ ME ENCANTA.