La cuarta temporada de 'Black Mirror' se emitió hace apenas una semana y, desde entonces, ya ha conseguido sembrar la polémica en las redes sociales. Y es que la serie de Netflix tiene todos los elementos necesarios para ser considerada casi una serie de culto. Nos pone a los espectadores entre la espada y la pared, con situaciones realmente incómodas en las que las nuevas tecnologías (a las que tanto adoramos y odiamos a partes iguales) son las protagonistas principales.
No obstante, y pese a las buenas críticas que ha obtenido esta cuarta temporada, ha habido un capítulo en particular que no ha sido muy bien acogido por los espectadores. Y ese es el quinto, 'Cabeza de Metal'. Es el más corto de los seis (algo que, personalmente, agradecí mucho) y el único que está en blanco y negro. El detalle de poner el capítulo en blanco y negro puede tener que ver con que, de haber estado en color, hubiera tenido una cantidad casi exagerada de sangre, algo que hubiera podido echar para atrás a muchos espectadores. Aún así, ese no es el problema de este episodio. Su mayor defecto es que carece de contexto totalmente.
A partir de aquí, vais a encontrar probablemente spoilers de 'Cabeza de Metal', así que si no habéis visto la serie, lo mejor que podéis hacer es dejar de leer. Cuando veáis el capítulo, ¡podréis retomar!
Un episodio sin contexto, sin explicación
El episodio de 'Cabeza de Metal' nos sitúa en una especie de mundo post-apocalíptico en el que los humanos deben huir de una especie de perros tecnológicos que, gracias a los avances en la ciencia, son capaces de acabar con cualquier atisbo de vida. Vemos cómo un grupo de humanos trata de huir, aunque en vano; la tecnología, en esta ocasión, supera con creces la inteligencia humana. Este punto es, en sí mismo, lo suficientemente aterrador como para que el episodio tenga su intriga. No obstante, desconocemos en todo momento qué es lo que ha llevado a la humanidad a esa situación; no sabemos cuál es la motivación de esos perros metálicos, no sabemos por qué quieren acabar con los humanos, ni siquiera sabemos si hay alguien que los controla o es que ellos mismos han tomado esas decisiones.
Habrá quien vea en todas estas incógnitas un motivo extra para apreciar este episodio. Mas lo único que yo veo son cuarenta minutos de mi tiempo invertidos en algo totalmente innecesario y que, pese a plantearme algunas cuestiones interesantes, no es capaz de ponerme realmente en situación.
Es positivo que nos haga pensar, que nos haga darle vueltas a cómo las nuevas tecnologías podrían volverse totalmente en nuestra contra. Pero si tuviéramos algo más de historia, si se nos dieran antecedentes... Seguramente conseguiría llegar más al espectador. Da la sensación de que estamos ante la segunda parte de una película cuyo inicio no hemos visto y que, por eso, no somos capaces de captar por completo su complejidad.
Este desconcierto es algo que a muchos espectadores les resultará agradable, pero no sucede lo mismo con otros tantos (entre los que me encuentro). 'Cabeza de metal' hubiera ganado mucho, muchísimo, si nos hubiera dado una historia a la que aferrarnos, y no lo hubiera dejado todo en nuestras manos. Porque sí, esta es una buena técnica, pero una que no cuaja con todos los tipos de espectadores posibles; quizás es eso lo que ha hecho que acabé siendo el capítulo menos valorado de toda la temporada.