El 3 de Julio 2017 | 14:35
En el año 2013 comenzó a oírse el lema 'Black Lives Matter', que traducido al español quiere decir que las vidas negras también importan. Este movimiento tuvo comienzo dentro de la comunidad afroamericana, sobre todo quejándose por la violencia que la policía ejercía contra ellos de forma injustificada.
Las revueltas llevaban bastante tiempo sonando, pero todo comenzó a empeorar cuando George Zimmerman fue absuelto tras haber matado a un adolescente afroamericano llamado Trayvon Martin de un disparo. Una de las tres personas que comenzó todo este movimiento fue Alicia Garza, que publicó en Facebook una entrada titulada: "Una nota de amor a la gente afroamericana". En ella, afirmaba que "nuestras vidas importan, las vidas de los afroamericanos importan". La gente comenzó a usar entonces el hastag #BlackLivesMatter, y este acabó haciéndose mundial.
La televisión ha tardado más de lo que debería en hacerse eco de un movimiento tan fuerte, tan importante y tan vital como este del que estamos hablando. Pero, por suerte, en 'Orange is the New Black' ya lo han hecho, y con toda la firmeza que el tema merece. Aviso: a partir de aquí, debéis parar de leer si no habéis visto al completo la cuarta temporada de la serie. ¿Ya? Quien avisa no es traidor, eh. Vale, continuemos pues.
En la cuarta temporada, muere Poussey Washington. Una de las presas más dulces, más tiernas y carismáticas de toda prisión, acaba muriendo asfixiada por un guardia que, queriendo o no, la aprisionó más tiempo de la cuenta bajo sus piernas. Poussey murió sin remedio, pese a que su sitio no era la cárcel, pese a que se encontraba allí por su orientación sexual, pese a lo injusta que era su condena. Y los encargados, en lugar de hacerse eco de la desgracia, en lugar de pedir disculpas de forma pública y juzgar al culpable... Prefirieron hacer oídos sordos. Decidieron pedir perdón de a forma más esquiva posible para evitar el tema, sin hacer ningún tipo de homenaje a Poussey, sin culpar al asesino. Porque puede que él no la matara intencionadamente, pero lo cierto es que la mató. Eso es una realidad que nadie podrá negar.
Una muerte injustificada para criticar una situación real
La muerte de Poussey era una salida del guión, algo que nadie esperaba en ese momento, pero que sirvió a los guionistas para hablar de un tema de vital importancia como es el racismo, y las muertes de personas negras a manos de la policía en Estados Unidos que nunca se tienen en cuenta. Todas esas muertes que se acallan, o que acaban justificándose única y exclusivamente porque la persona fallecida era negra. Algo que no tiene otro nombre más que racismo, un racismo tan atroz y tan doloroso que a veces preferimos obviarlo antes que mirarlo fijamente a la cara.
A lo largo de la quinta temporada de 'Orange is the New Black', el tema es recurrente. Una de las amigas de Poussey, dolida, no permite que las demás presas lo olviden. Porque sabe perfectamente que para la sociedad es muy fácil olvidar la muerte de una persona negra. Y esto es así, es un hecho, algo constatable; pero hasta que no nos enfrentemos de cara a nuestro propio racismo, no podremos eliminarlo. Como persona blanca que soy, criada en una sociedad mayoritariamente blanca, tengo también una gran cantidad de prejuicios que he ido aprendiendo, que me han ido enseñando. Es una evidencia, algo tan cierto como que vivimos en una sociedad patriarcal que menosprecia a las mujeres y que, por tanto, nos enseña a hacer nosotros otro tanto de lo mismo.
Con series como 'Orange is the New Black' (una de las pocas), podemos hacer frente a todos esos prejuicios que tenemos y, con una mente abierta, podemos ir eliminándolos poco a poco. La aportación de la televisión y del cine en este tipo de causas sociales es fundamental porque el cine y la televisión, en sí mismos, son métodos de socialización. Pero eso es otro tema, del que ya os hablaré en otro momento.