'The Big Bang Theory' no es una serie que haya conseguido hacerse famosa gracias a su inclusión social, ni mucho menos. Es más, ha demostrado en muchas ocasiones ser una serie que aprovecha las minorías que muestra para ridiculizarlas; lo hace con Rajesh (Kunal Nayyar), con Penny (Kaley Cuoco) y con otros tantos personajes de los que se burla constantemente. A Penny la señalan como tonta por cumplir el estereotipo de chica rubia atractiva, por ejemplo, cuando de tonta tiene realmente poco; solo es una chica que decidió no continuar su formación académica porque sus intereses iban más allá de lo estudiantil. Y eso es tan válido como lo que decidió hacer Sheldon (Jim Parsons), por ejemplo.
Pero dentro de todo lo negativo, dentro de ese humor que, en más de una ocasión, apesta a clasismo y superioridad moral, también hay cosas muy positivas. Sheldon Cooper, por ejemplo, es un personaje que muestra que tener problemas a la hora de relacionarse a nivel social no implica no poder tener amigos, pareja y demás relaciones. Y Amy Farrah Fowler (Mayim Bialik) es, sin lugar a dudas, uno de los personajes más completos y positivos de toda la sitcom.
Amy se incorporó a la serie en la tercera temporada y, desde entonces, ha dado que hablar. Tiene una personalidad peculiar (pero, ¿quién no en esta serie?), las cosas muy claras y un cerebro prodigioso. Se dedica a la neurociencia, y considera que su trabajo debe ser siempre prioritario en su vida. Sabe valorarse a sí misma, conoce a la perfección todos sus puntos fuertes y no duda en sacarles partido. Por esto y por muchas cosas más, que explicaré a continuación, creo que Amy es uno de los personajes que salva a esta serie de ser un estrepitoso estereotipo tras otro.
Gracias, Amy: la ciencia también es de mujeres
Antes de comenzar, quería especificar algo: sí, podría hablar de Bernadette (Melissa Rauch) y decir cosas muy similares. Pero, en esta ocasión, permitidme que lo haga de Amy.
Comencemos por lo básico: Amy se dedica a la ciencia, a un mundo eminentemente masculino, y demuestra a todos sus compañeros que es mejor que cualquiera de ellos. Su futuro académico es mucho más prometedor que el de Sheldon, incluso, aunque él pueda presumir más de su potencial. Es un ejemplo viviente de que la ausencia de mujeres en la ciencia no se debe a la falta de interés que estas puedan tener, o a que no tengan la misma facilidad que los hombres, sino a hechos puramente sociales. Las mujeres han tenido muchos más impedimentos que los hombres para dedicarse a la ciencia, porque esta se consideraba algo "de hombres". Pero Amy deja los impedimentos a un lado y se hace un hueco en la neurociencia, ¡y un hueco muy importante!
Además del ámbito laboral, Amy es una mujer empoderada a nivel personal. No entra dentro de lo considerado normativamente atractivo (ojo: me refiero al personaje, no a la actriz; hablo de la caracterización), pero eso no hace que su autoestima se resienta, ni mucho menos. Le gusta vivir en su propia piel, se siente a gusto con su cuerpo, y no pretende salir de su estilo de vestimenta únicamente para agradar a nadie. Amy es consciente de que no es como Penny, que cumple con todo lo que la sociedad considera atractivo, pero es feliz así. Porque sabe que su valor no depende de cómo de atractiva le resulte al género masculino.
Sí, Amy se enamora locamente, pero no antepone el amor a todo lo demás. Cuando siente que su relación con Sheldon no le aporta nada positivo, acaba rompiendo con él e intenta rehacer su vida con otros hombres. A nivel sexual está completamente liberada: no siente pudor al expresar sus necesidades y sus apetencias, naturalizando todo lo relacionado con el sexo.
No puedo más que repetir que Amy es uno de los personajes que hace que esta sitcom se transforme en algo completamente diferente. Los guionistas de 'The Big Bang Theory' debían estar muy inspirados el día que la crearon a ella, porque mujeres tan fuertes como esta científica no hemos visto demasiadas en las series de comedia actuales.