Este artículo contiene spoilers de la sexta temporada de 'American Horror Story'
Por ahora la sexta temporada de 'American Horror Story' se ha acomodado en un in crescendo, que semana a semana aporta un nuevo matiz. El primer paso fue tímido. Bastante tímido. Pero con el tercer episodio el ritmo al que se está desarrollando deja jadeante al llegar a la línea de créditos y con la perturbadora sintonía (llevo seis años oyendo esa música de chasquidos, y me sigue inquietando como el primer día). Se hace impensable que en sólo cuarenta minutos quepan tantas cosas como las que hoy tengo que poner sobre la mesa.
En primer lugar, arrancamos exactamente en el punto donde nos dejó el cliffhanger del segundo episodio: la desaparición de Flora. La búsqueda de la niña en los tenebrosos bosques de Carolina del Norte logra crear una tensión en un estilo muy clásico: simplemente la luz de la linterna y las sombras, para con jadeos y gritos transmitir la desesperación de la pérdida. De pronto, al llegar a la granja abandonada nos topamos con una escena rabiosamente perturbadora: una suerte de Rómulo y Remo amamantados por una enorme cerda. Los cerdos se están convirtiendo en iconografía fóbica de esta temporada sexta, y todo se va hilando con la presencia de la carnicera (Kathy Bates). El inicio del capítulo va a la alza, pero el giro, el bofetón, llega al descubrir la crucificción e incineración de Mason, marido de Lee. Más sombras para Lee, la hermana de Matt Miller, que cada vez esconde menos lo impredecible y violento de su carácter. Se levanta la sospecha fundada de que ha matado a su marido, tema que retomaremos en la parte final.
El tormento de Lee
El desarrollo del personaje de Lee recuerda a la construcción típica de personajes principales de Stephen King: Lee tiene una debilidad muy evidente, el consumo de sustancias, y las circunstancias una y otra vez ponen a prueba su autocontrol buscando el punto de límite. Es irónico el caso de Lee, porque la casa, en realidad, no tiene nada que ver con ella, pero con la desaparición de su hija ahora mismo es la única que de ninguna manera podría salir de ahí.
Tras este inicio trepidante, un momento de relax para descubrir el meollo de la historia. La temporada se llama Roanoke, y por ahora no sabíamos muy bien cómo hilar las leyendas de la colonia inglesa desaparecida en 1500 y lo que aquí sucede. Con un flashback por fin se esclarece el origen de los fantasmas que atormentan a la familia, al menos algunos de ellos. Murphy vuelve a dar poder a una mujer, Thomasyn White (Kathy Bates), manteniendo la tónica que se mantiene en la serie temporada a temporada. La presencia y frialdad de la carnicera, impone y pide a gritos más presencia en los próximos episodios.
Lo más interesante es que todas las fobias e hilos se van cruzando, y lo que aparentemente no tiene nada que ver: la desaparición de Flora con la colonia de Roanoke, encuentra su nexo de unión a través de Cricket (Leslie Jordan), el vidente que se introduce en este capítulo y es, por cierto, hipnóticamente irritante. La carta de presentación de Cricket es genial: en un momento dado comunica a la familia que Flora está viva, que ha podido establecer contacto, y cuando ya los tiene en sus garras, expectantes vislumbrando la luz al final del túnel, simplemente se limita a decir: "25.000 dólares". Ese golpe de realidad en una serie de terror y fantasía como es lo que pone los pies en la tierra en 'American Horror Story'. El motivo por el que la serie va un paso más allá de ser simplemente una nueva historia de género.
Por último, líneas obligadas para el cierre del episodio. Matt, en el frenesí de un trance, mantiene sexo con la bruja de la colonia Roanoke delante de Shelby, su esposa.. Shelby (Sarah Paulson y Lily Rabe), que cada capítulo es un poco más pija, en la rabieta de la infidelidad saca a relucir su faceta de niña mimada para vengarse de Matt aprovechando la sospecha que existe sobre Lee, y acusa a su cuñada del asesinato de Mason, su marido. El nuevo cliffhanger se centra una vez más en Lee, ahora esposada en un coche de policía.
El maligno plan de expulsar a los protagonistas de este casa y este pueblo ahora sí avanza viento en popa. Mientras que hasta el momento el trío principal, matrimonio y cuñada, hacían piña frente a la amenaza, ahora ya están completamente enfrentados entre sí. Lo mejor está por llegar, pero todo se está poniendo maravillosamente feo. Por fin, esto sí es 'American Horror Story'.