El 24 de Abril 2018 | 07:16
Los problemas de Telegram en Rusia no ha sido algo que sorprenda a los ciudadanos, puesto que se veía venir desde hacía bastante tiempo. La aplicación de mensajería no quiso colaborar con las autoridades cuando estas pidieron al creador, Pavel Durov, todas las claves de seguridad. La intención de las autoridades era poder acceder a las conversaciones privadas de los usuarios, incluso a las que estuvieran encriptadas, y la empresa no quiso que pudieran hacerlo.
De nuevo, estábamos ante la eterna lucha de la aclamada seguridad por parte del Gobierno y la privacidad real de los usuarios, y Telegram lo tuvo bastante claro: la privacidad debería reinar ante la seguridad. Mas el Gobierno de Rusia no tardó en responder ante esta actitud, y bloqueó el acceso a los servidores de su aplicación. Esto provocó que una gran cantidad de personas se quedaran sin poder acceder a Telegram. Es importante que tengamos en cuenta que, en Rusia, WhatsApp no es tan famoso como lo puede ser en nuestro país, por ejemplo, sino que se usa mucho más Telegram; imaginad, pues, la reacción de los usuarios.
Aviones para Telegram
La respuesta que han querido dar los usuarios de la aplicación ha sido tan curiosa como sencilla y clara: se congregaron, acordaron la hora, y lanzaron aviones de papel desde las ventanas de los distintos edificios. De esta forma, lo que querían era mostrar su descontento de la forma más pacífica posible, sin generar ningún gran revuelo pero dejando claras sus intenciones.
Pavel Durov se encargó en persona de grabar esta acción, y compartirla a través de su propio canal en Telegram. Explicó que se sentía muy agradecido por la consideración que los usuarios estaban teniendo con él, y que esperaba que esto se convirtiera en una "tradición de cada domingo", pidiendo así que no finalizara la protesta hasta que Telegram estuviera libre de cualquier presión por parte del Gobierno. Eso sí: instó a los protestantes a recoger todos los aviones de papel una vez terminaran, para que no hubiera desperdicios en la calle.
Pese a lo curioso de esta protesta, y a lo simbólica que puede llegar a ser, lo cierto es que no parece que vaya a servir para que las autoridades rusas cambien de parecer. El resto de empresas tecnológicas grandes que operan en Rusia no han querido posicionarse por ahora, pero todo apunta a que Google podría ser la siguiente en actuar. Y es que esta está teniendo muchos problemas por las limitaciones que le han impuesto a sus servidores, y no puede ofrecer todos los servicios que sí que ofrece en otros países.
Telegram es una de las aplicaciones de mensajería más completas y útiles del mercado, quizás incluso más que WhatsApp, pese a que su fama sea menor. ¿Conseguirá esto que aumente la publicidad, y también los usuarios?