Cuando parecía que Facebook comenzaba a recuperarse del caso Cambridge Analytica, que ha llevado al cese de la compañía que obtuvo los datos y a que el propio Mark Zuckerberg compadezca ante el congreso de los Estados Unidos, llega otra filtración de datos personales siguiendo el mismo patrón que ya se había producido en este caso, aunque parece que en esta ocasión los datos filtrados son menores, aunque igualmente la actividad se ha prolongado durante algo más de cuatro años según afirman medios como New Scientist, la principal publicación que recoge esta filtración en la que estaría involucrada la universidad de Cambridge.
Tres millones de usuarios
Serían los afectados en este caso de filtración de datos obtenidos a través de la aplicación myPersonality, donde los usuarios de la conocida red social contestan a diversos preguntas para conocer su personalidad y cómo se clasifican atendiendo a diversos criterios, en principio, profesionales.
Originalmente los datos obtenidos por esta aplicación sólo iban a estar en poder de investigadores de la universidad de Cambridge, pero los propios integrantes de la universidad facilitaron los datos a más de 150 colaboradores, entre los que se encuentran empresas como Google, Yahoo o Microsoft, accediendo a una plataforma web en la que los elementos de protección para estos datos no se encontraban funcionando, pues bastaba con realizar una búsqueda en portales como Github y conocer el nombre de uno de los profesores de la universidad involucrado en el estudio.
Ante este hecho, que se habría prolongado durante algo más de cuatro años, Facebook ha reaccionado retirando por completo la aplicación, junto a otras 199 que considera que podrían vulnerar la privacidad de los usuarios que se encuentran actualmente en la red social, de los cuáles seis millones de usuarios participaron en la aplicación, aceptando la mitad de ellos las condiciones que permitían compartir información para el estudio de la universidad.
Al aceptar estas condiciones también se aceptaba el que los datos se pudiesen distribuir de forma anónima para que no se pudiese dar con el usuario que había ofrecido los datos originales, pero según New Scientist, el relacionar los datos ofrecidos con los distintos usuarios presentes en la red social era un trabajo relativamente fácil, pues los cruzaban con publicaciones en los muros de la red social, edad o género de los participantes.
Con este nuevo mercadeo de datos privados la seguridad del portal y la importancia de la privacidad en las redes sociales vuelve a convertirse en el punto central de una discusión que se lleva prolongando desde hace ya varios meses en el que, lejos de afectar sólo a Facebook y sus empresas afines, como What'sApp o Instagram, también afecta a sus rivales directos, como Twitter, que recientemente solicitaba el cambio de contraseña de todas las cuentas registradas ante un error que habría permitido acceder a numerosos datos durante los últimos años.