El 12 de Mayo 2012 | 16:21
Los ports de PC a consolas de sobremesa son más habituales de lo que uno puede pensar. El mayor problema que se encuentra un estudio, cuando se realiza una conversión de este tipo, es el de adaptar los patrones de jugabilidad a un mando convencional, dado que viene de elementos tan dispares como un ratón y un teclado. En First Person Shooter, juegos deportivos, de acción o cualquier otro género donde no existe una gran variedad de opciones no suele ser un quebradero de cabezas, pero en esos títulos donde la diversidad de herramientas se convierte en un elemento imprescindible sí puede llevarte el pad por la Calle de la Amargura (como diría mi abuela).
Cuando se anunció 'Minecraft' para Xbox 360 todos los jugadores temimos lo peor, es decir, que la conversión fuese mala y no se disfrutase el juego. Razones había muchísimas, empezando por la sencillez que el ratón otorga a la hora de seleccionar las piezas a construir con el puntero o terminando por el control del personaje en sí. Sin embargo, Mojang ha conseguido disipar los miedos con un control intuitivo y dinámico.
Levanta tu mansión
Por si alguien todavía sigue preguntándose qué es 'Minecraft', ahí va un rápido resumen: 'Minecraft' es originalidad y superviviencia unidas bajo un mismo techo. El jugador debe recoger materias primas del vasto mundo que le rodea para levantar una guarnición donde protegerse de las bestias que acechan al caer el día. Por tanto, es necesario no dormirse los laureles (porque la noche puede echarse encima) ni tampoco ir lento por el escenario (la rapidez a la hora de recolectar los objetos puede oscilar la balanza hacia un lado u otro).
Dicho esto, el control con el mando se ha realizado de una manera bastante sencilla, acercándose incluso a un género tan dispar como un FPS. Por tanto, con el stick izquierdo se mueve al personaje, con el stick derecho giramos la cámara y la visión de éste, y con el gatillo superior derecha se extrae la materia prima, usamos las armas, objetos, etc., de las que disponemos.
Hasta aquí todo se ejecuta de manera correcta pero los jugadores más experimentados pueden preguntarse lo realmente importante, ¿y cómo es el menú para gestionar las materias primas, combinarlas para crear nuevos objetos o simplemente ordenarlas? Pues cojonudo (y perdón por la expresión). Con Y abrimos el menú para reorganizarlo mientras que con la X accedemos al panel de creación para combinar todo. Una vez que se abren ambos, una flecha estilo ratón, que se maneja con el stick izquierdo, nos permite seleccionar los objetos e ir colocándolos en las celdas correspondientes. Sencillo, ¿verdad?
Así de fácil han integrado los chicos de Mojang la complejidad de los menús de creación. Por suerte, todo queda en conjunto con gran soltura, sin complicaciones ni altibajos propios de este tipo de juegos. Una fortuna que se agradece cuando la oscuridad reina en el mapa y nos obliga a movernos con gran rapidez entre menús y tiempo real de partida.
En buena sintonía gráfica
Si la adaptación a los controles de un mando tradicional se ha realizado adecuadamente, el apartado gráfico y sonoro no se queda atrás. 'Minecraft' goza del estilo artístico que le ha llevado a la fama: escenarios pixelados con toque retro donde los cuadrados son los elementos predominantes.
Con este look tan característico y propio, el juego se mueve fluido, sin tirones ni caídas de framerates y, lo más importante, sin cuelgues. Todo transcurre sin problemas durante nuestra partida y en la pantalla se ve igual que en el PC, logrando por tanto realizar un port sobresaliente.
Con el apartado sonoro ocurre igual. Las melodías son las mismas que en la versión para compatibles, donde destacan sintonías lentas que te permiten mimetizarte con el ambiente y, a la llegada de la noche, temer a los peligros que te pueden esperar ahí fuera. A esto sumadle los efectos sonoros típicos de las materias primas o los impactos y tenéis el resultado final.
Esta versión de 'Minecraft' para Xbox 360 no tiene nada que envidiar a la original. Transmite la misma sensación de entretenimiento y diversión de su homónimo gracias al buen trabajo realizado por Mojang. Puede que su género no llegue a enamorar al público convencional, ni tampoco al jugador que ya lo tiene para PC (no incluye novedades de peso), pero sí es un título que se merece una oportunidad (y siempre queda descargar la demo y juzgar antes del desembolso).
Lo mejor:
No tiene nada que envidiar a su versión para PC. Genial adaptación a los controles de un mando.
Lo peor:
Que no te guste el género o pueda aburrirte. Quizás algo caro (1.600 Puntos Microsoft). No aporta novedades de peso respecto a la versión para PC.