'Lightning Returns: Final Fantasy XIII', el gran final de la trilogía

'Lightning Returns: Final Fantasy XIII' es el título final de la trilogía de 'Final Fantasy' en la actual generación. El juego tiene como objetivo finalizar una de las historias con mejor trama de las vistas en los últimos años dentro de la saga creada por Hironobu Sakaguchi y desarrollada por Square Enix.

Todos los fans de 'Final Fantasy' recuerdan sus juegos con especial cariño, pero con 'Final Fantasy XI' y 'Final Fantasy XII' se perdieron ciertos detalles que esta trilogía pretendía recuperar. No es que estos fueran juegos malos, porque no lo son en absoluto, pero la crítica dejaba claro que el argumento estaba perdiendo importancia.

'Final Fantasy XIII': linealidad en estado puro

Nace así 'Final Fantasy XIII' con la intención de contar una de esas historias que enganchan, protagonizada por seis personajes que deben pelear contra su destino intentando recordar a los juegos clásicos de la saga. Y lo consigue, con una trama que te atrapa desde el primer momento y que se desarrolla a través de unas cinematográficas impresionantes.

Sin embargo 'Final Fantasy XIII' tuvo un fallo importante: la jugabilidad. Parece que los desarrolladores le dieron tanta importancia a la historia que dejaron en un segundo plano lo más importante en un videojuego. Se trata del, para muchos, 'Final Fantasy' más lineal de todos, con un sistema basado en avanzar constantemente por un pasillo repleto de enemigos.

Las batallas fueron innovadoras y consiguieron ganar dinamismo con un toque de estrategia. Sin embargo, como todo se basaba en avanzar y luchar, se acababa haciendo aburrido.

'Final Fantasy XIII-2': Un paso hacia la libertad

Dos años más tarde apareció su secuela, 'Final Fantasy XIII-2'. Square Enix trato de reparar todos los errores del anterior juego y creo un JRPG en el que lo principal era cumplir las misiones que nos iba llegando en un mundo algo más abierto en el que poder explorar. Esto no quiere decir que el argumento dejará de ser importante, manteniendo unas cinemáticas impecables, pero desde luego no se acerca al nivel conseguido en su precuela.

La principal novedad aquí era que pasábamos de ser seis personajes a ser sólo dos. Lightning nos dejaba como protagonista y se convertía en un elemento de apoyo, aunque en ningún momento deja de ser el foco de atención de la trilogía. Serah, la nueva protagonista, era capaz de capturar monstruos que pasaban a formar parte del equipo y que aprendían habilidades a través de su Crystarium.

Hay que reconocer que comparada con la historia del primer título, la de 'Final Fantasy XIII-2' se hace algo más pesada, aunque el juego en sí mejora. El final de la segunda parte, es decir, el momento que va justo antes de terminar el título para comenzar con la historia de 'Lightning Returns: Final Fantasy XIII', es una de las mejores partes del juego. Sin hacer spoilers, el final es capaz de dejarte con ganas de más, y eso es algo que el resto del juego no logra conseguir.

Tras este resumen empezamos a hablar únicamente de 'Lightning Returns: Final Fantasy XIII'. La introducción era necesaria porque la saga de Lightning ha pasado por una clara evolución hasta llegar hasta donde está. Del efecto pasillo vivido con la primera parte al mundo abierto que nos ofrece esta última parte de la trilogía y con una Lightning que va madurando con el paso del tiempo, y es que en esta saga el elemento más importante es, sin duda, el tiempo.

'Lightning Returns': Los últimos 13 días

La historia nos pone en el papel de Lightning, aunque varios siglos después de los ocurrido en el final de 'Final Fantasy XIII-2'. El altísimo ha decidido destruir el mundo en 13 días y ha encomendado a Lightning la difícil tarea de salvar tantas almas como pueda durante ese periodo de tiempo a cambio de hacer realidad uno de los mayores deseos de la protagonista.

Da comienzo así el principio del final, una aventura que nos mantendrá en tensión a lo largo de todo nuestro recorrido con un reloj en la parte superior derecha de la pantalla que nos indica cuánto tiempo le queda a la cuenta atrás para que comience el juicio final.

Por primera vez en la saga de Lightning la mecánica de juego no es lineal, sino que nos encontramos en un mundo abierto formado por cinco grandes localizaciones que podremos visitar y que estarán interconectadas por un monorraíl.

Básicamente tras los primeros tutoriales tendremos libertad para movernos por donde queramos, teniendo siempre en cuenta que tenemos una cuenta atrás en todo momento, claro.

En el juego nos encontramos dos tipos de misiones: las principales y las secundarias. Mientras que las primeras son obligatorias, las segundas podremos aceptarlas o no según nos vayan apareciendo, aunque desde este análisis os invitamos a intentar superarlas todas, un gran reto añadido al juego con cuenta atrás.

La protagonista estará sola en el combate

Si en 'Final Fantasy XIII' teníamos seis personajes jugables y en 'Final Fantasy XIII-2' teníamos dos, en esta última parte ya sólo contamos con Lightning. Lo mismo pasa con el sistema de combate: ya no vamos a poder contar con compañeros ni controlar monstruos, la protagonista está sola, y es por esto que el sistema presenta varias novedades.

Los combates están basados en los llamados Arquetipos, entre los que podremos, y deberemos, variar a lo largo de las batallas. Cada uno presenta una vestimenta, armas y habilidades, por lo que alternarlos en mitad de un combate será muy similar a disponer de varias personas apoyándonos en nuestra lucha.

Además, la barra de comandos se gasta al realizar acciones y no se comparte entre los diferentes arquetipos, si no que cada uno dispone de una independiente, haciendo totalmente necesaria la variación entre ellos en un combate para que se vayan recargando mientras no los usamos.

Siguiendo con esta línea, es importante destacar que los Arquetipos pueden ser modificados a nuestra voluntad, escogiendo nuevas vestimentas, armas, escudos y habilidades, asignando cada una de estas a un botón del mando para poder atacar físicamente, defendernos o utilizar la magia en las batallas.

La vestimenta de Lightning es la clave

El máximo de Arquetipos que se pueden utilizar es de tres, pero las posibilidades de personalización son más que altas. Además, Lightning llevará en todo momento el traje que le hayamos asignado como predeterminado, utilizándolo como vestimenta fuera de las batallas.

Las batallas no son por turnos, si no en tiempo real, dando muchísimo protagonismo a la acción y dejando un poco de lado la estrategia que caracterizaba a sus dos predecesores. Lightning cuenta con cuatro opciones diferentes en cada arquetipo, como puede ser un tipo de magia, dos ataques y una acción de guardia para utilizar el escudo y defenderse, aunque es totalmente personalizable.

Al ser en tiempo real, Lightning puede moverse libremente por el escenario que se nos da utilizando el stick, permitiendo la posibilidad de esquivar ataques con nuestro movimiento. Además, si utilizamos el escudo en el momento adecuado podremos evitar cualquier daño.

Un mundo abierto que se desmorona

La jugabilidad en el mundo abierto es bastante más positiva que en la entrega anterior, teniendo la capacidad de esprintar para ir más deprisa, perder menos tiempo y esquivar enemigos. Eso sí, el sprint no es infinito, si no que funciona en base a una barra de energía que se irá consumiendo según nos vayamos cansando.

El reloj que tenemos a la derecha con la cuenta atrás no cambia únicamente con el tiempo sino que podremos modificarlo, aunque no a gran escala. Al realizar con Lightning algunas acciones, el tiempo cambiará, pudiendo detenerse, retroceder o incluso avanzar, por lo que habrá que tener cuidado.

Las tiendas tienen horario comercial, por lo que no esperes verlas abiertas cuando el reloj del título te diga que son las tres de la madrugada. Lo mismo pasa con algunas zonas y misiones, que sólo estarán disponibles en determinados momentos del día.

Dependiendo de la hora del día o la noche aparecerán un tipo de monstruos u otros. Todo esto hace que sea un juego muy difícil de superar al 100% viendo todas las cinemáticas, al menos jugándolo una sola vez.

El Arca es nuestra base y Hope nuestro guía

Al hablar de tiempo es muy importante destacar que, todos los días y a una hora en concreto, deberemos volver al Arca. Esta es nuestra base de operaciones, donde el tiempo no transcurre, así que no pasa nada si decidimos descansar allí algo de tiempo.

En ella se encuentra Hope, aunque un poco más joven de lo que le vimos en la última entrega. Los motivos por los que se encuentra en ese estado son un misterio que sólo se puede desvelar al jugar la historia. Él estará en contacto con nosotros constantemente a través de una radio que usará para guiarnos.

Hope no es el único personaje conocido que vamos a ver en este juego. Entre muchos otros, nos encontramos con Snow Villiers, aunque un tanto diferente a cómo lo conocíamos hasta ahora. Han pasado muchos siglos y no hay ningún personaje que no cambie con los años.

Detalles Técnicos

En cuanto a la calidad gráfica del título, se mantiene el mismo motor utilizado en las entregas anteriores, aunque con ligeras mejoras. El mundo abierto presenta un buen nivel de detalle, aunque se nota demasiado la diferencia entre el modelado de Lightning y el de los ciudadanos, quedando el primero demasiado por encima al del resto.

Las cinemáticas se siguen llevando el premio en cuanto a calidad gráfica. El gran nivel alcanzado en 'Final Fantasy XIII' y 'Final Fantasy XIII-2' no decae, y la tensión de saber que estamos ante la entrega final hace que incluso las de esta tercera parte parezcan mejores.

Por otra parte hay que destacar la banda sonora. Si os gustaron los temas de las precuelas, estos os gustarán seguro, ya que el estilo se mantiene, aunque con un claro intento por añadirle un tono más épico.

El juego cuenta con las mismas voces en inglés vistas con anterioridad y subtituladas al español. En el caso de que se prefieran las voces originales en japonés, se pueden adquirir a través de un DLC que modifica los movimientos de los personajes en las cinemáticas para que se adapten al lenguaje y quede natural.

El adiós de 'Final Fantasy' a la actual generación

En resumen, un juego que mejora las debilidades de sus predecesores con un mundo abierto complementado con la presión continua de tener una cuenta atrás que marca el fin de los días, un sistema de combate que pierde en estrategia pero gana en acción y una historia que sigue siendo fantástica. Si has jugado algún título de la decimotercera aventura de la saga 'Final Fantasy' deberías comprarlo sin dudar y si eres de los que criticaron a 'Final Fantasy XIII' por su linealidad, deberías darle otra oportunidad a la saga y disfrutar de los cambios.