El 15 de Agosto 2015 | 12:57
Un atisbo de esperanza
La llegada de Phil Spencer a la dirección de Xbox en una etapa oscura y llena de incertidumbre, aporto un rayo de esperanza al futuro y al presente de la marca. Desde el minuto cero, Phil sabía a quién debía contentar y quienes le sacarían las castañas del fuego: los jugadores. Desde entonces la tónica cambio, la compañía empezó a poner especial énfasis en lo que todos queríamos, los juegos, un punto de inflexión que tomó real protagonismo en el E3 2014, evento en el cual Microsoft se dedico a anunciar juego tras juego, con títulos como 'Halo: The Master Chief Collection' (que no salió lo bien que todos deseábamos) o 'Forza Horizon 2'.
Sin embargo, todas las alarmas volvieron a saltar con la presentación de Windows 10 a principios de año. Con la llegada de Xbox a PC junto con Windows 10, parecía que Xbox One era más un estorbo que una solución, me preocupaba que la marca One desapareciera de todos lados; me preocupaba ver como Windows 10 parecía acabar con ese rumbo iniciado en el E3. Por suerte, parece ser que esto no será así (al menos hay detalles que me lo hacen pensar, más adelante hablaremos de ellos), De momento nos encontraremos con otro cambio importante, que se hará palpable en un breve período de tiempo, será la llegada del nuevo interfaz basado en Windows 10. Se trata de un interfaz creado y pensado para jugar, es decir, para invitar fácilmente a un amigo a un juego o grupo, para iniciar rápidamente un juego, etcétera.
Pero no ha sido realmente hasta los dos grandes eventos de este año como son el E3 y la Gamescom, cuando los primeros pasos de Spencer se han hecho fuertes de verdad. El pasado mes de junio durante la conferencia de prensa del E3, Xbox One recibió un enorme espaldarazo por parte de Microsoft, la consola tenía en desarrollo para un futuro muy a corto plazo juegos realmente importantes , que únicamente podremos disfrutar en One: títulos como 'Forza Motorsport 6' o 'Halo 5: Guardians', pero donde yo quiero poner el foco, es por un lado el anuncio de la retrocompatibilidad, la función que nos permite jugar a los juegos de 360 y que de repente le otorga a One la posibilidad de conseguir un catálogo descomunal. Y por el otro, a la decisión tomada por parte de Xbox de dejar de "invertir" en juegos third party, detalle que quedo palpable al ver que después de muchísimos años se perdía un acuerdo como el de los DLC de 'Call of Duty'.