El 15 de Agosto 2015 | 12:57
Uno inicio titubeante
Todos los que seguimos la actualidad de Xbox One hemos experimentado de buena mano la evolución no solo de la consola, si no de la idea que tienen en Microsoft de la marca Xbox. La etapa en la que Don Mattrick fue el máximo responsable de Xbox acabo siendo una etapa triste y oscura, una etapa que los usuarios llevamos tiempo intentando olvidar, pero de la cual a día de hoy aún continuamos pagando el pato en ciertos aspectos. Fue una época en donde la marca Xbox parecía querer desmarcarse de los videojuegos, con pocos lanzamientos, pocos desarrollos propios, malas inversiones en Kinect y tonterías varias que acabaron pasando una terrible factura con el salto de generación.
Con el cambio de consolas nos dimos en todo los morros de nuevo, nos encontramos con una nueva máquina menos potente que la de la competencia, enfocada a salidas de tono varias como ver la televisión (¿Alguien se compra una consola para ver la tele?), juegos únicamente digitales, conexión permanente a internet y como no, el muerto de Kinect que jugaba un papel importante dentro de la campaña y de la experiencia original que buscaba trasmitir Xbox One. Todo ello sin olvidarnos del precio de lanzamiento, 500 eurazos en total, que representaban un desembolso inicial 100 euros superior al de PS4. Mientras tanto, los juegos que llegaban a la consola eran títulos cuyas IP se escapaban de las manos de Microsoft. Sin duda fueron unos inicios arduos pero que por fin parecen haber acabado. Recordad que en su momento Microsoft parece que incluso llego a negociar con Amazon la venta de la marca.