El 22 de Agosto 2015 | 18:03
El lanzamiento de Windows 10 el pasado 29 de Julio supuso una revolución en el mundo del PC. No porque sea la panacea que acabará con todas las dudas sobre qué plataforma elegir para jugar, si no porque siguiendo una nueva estrategia de globalización, Microsoft ofertó este de manera gratuita para todos los que tuvieran Windows 7 o Windows 8 instalado -incluso si no era de manera legítima- con lo que, en apenas 24 horas, el número de descargas creció por millones. Muchos de sus elementos ya son conocidos de sobra tras tres semanas de recorrido (portabilidad de aplicaciones entre dispositivos, ecosistema xbox-móvil-pc, Cortana...) pero si ha habido algo de lo que apenas se ha hablado estas tres semanas es de las capacidades del nuevo sistema operativo de Redmond para englobar bajo su bandera el mundo de los videojuegos y, con ello, a los jugones.
Windows 10 se ha creado bajo una serie de pilares fundamentales. Y por vez primera -y muy al estilo de Valve con su Steam OS- uno de los núcleos centrales ha sido el gaming en PC. Phil Spencer ha introducido parte de su división -Xbox- en esta actualización porque quería, y así lo dijo él, "eliminar la barrera entre consolas y ordenadores creando una plataforma interconectada". Cada día las consolas tienen arquitecturas más parecidas a los ordenadores y, sabiendo esto, buscar un modo de enlazar ambas plataformas para que decantarse por una u otra sea una cuestión más estética que de potencia era, quizás, un punto central para aglutinar el mercado.
Un único ecosistema
Con la llegada de Windows 10, tener una Xbox One y tener un PC en realidad, y a grandes rasgos, es lo mismo. Salvo por la exclusividad de algunos juegos, el nivel de interacción que ambas plataformas tendrán a partir de la instalación del núcleo del SO en noviembre en la consola de Microsoft será altísimo. No solo el juego cruzado será central, si no la posibilidad de mandar un streaming de XBOX al PC (y jugar en este) o, en el futuro, de hacerlo a la inversa y jugar en la consola algo que ejecutamos en el ordenador. Pero, y por no dejar atrás a todos aquellos que no quieren saber nada de Xbox... podríamos hablar de las posibilidades de DirectX 12, el nuevo software de procesado que viene con la actualización del SO y que promete ser un gran avance en los gráficos de los videojuegos.