El 8 de Julio 2016 | 13:12
Voy a ser sincero con vosotros: 'Bayonetta 2' es mi juego favorito en lo que llevamos de generación, lo más cercano a un diez que he jugado en los últimos años. Sé que es una opinión que puede sonar impopular viendo la cantidad de joyas que hemos visto ahí fuera últimamente, pero la vuelta de Kamiya a la historia de Cereza en exclusiva para Wii U dignificó la consola a unos niveles desorbitados y demostró que lo que parecía inmejorable, pues 'Bayonetta' le dio un buen repaso a la mayoría de hack 'n' slash de la época, todavía tenía algo que decir.
El nuevo sistema de esquives derrocha talento por todos lados, con un control magnífico que hace crear una sinergia especial entre ella, 'Bayonetta', y tú, que tienes entre manos uno de los juegos que de aquí a diez años más valorados estarán en el catálogo de Wii U. La tasa de refresco se mantiene constante y hace que la curve de aprendizaje con los ya de por sí escrupulosamente precisos controles se hagan más fáciles de interiorizar.
Demasiado perfecto
Es una obra hecha y dirigida para fans, que es todavía más grande porque no gustará a todo el mundo. No es un título eminentemente comercial sino que recoge todo lo que hace grande a Platinum Games, lo mezcla con la pócima mágica de Kamiya y hace que tras cocinarlo un poco salga el mejor de los menús de un género que no dejará de sorprendernos.
'Bayonetta 2' es uno de esos juegos que consigue que cuando lo terminas, en el momento en que aparecen los créditos finales, solo quieras volver a empezar y mejorar tus puntuaciones; subir el volumen de la música y que sea el título, todo arte, el que se exprese por sí mismo y te deje claro que esto es algo distinto, que es simplemente talento.