El 26 de Julio 2015 | 11:14
Me dejo en el tintero muchos juegos que también son dignos de mención, como 'Postal 2' 'Phantasmagoria', 'Sociolotron', 'Canis Canem Edit' o el propio 'Grand Theft Auto' y cualquiera de los títulos de la saga. También están los juegos sutilmente censurados. 'League of Legends' o 'Heroes of the Storm' han dejado a dos de sus personajes sin su puro. Incluso Vladimir, el vampiro de la Liga de Leyendas, se convertía en chocolate en vez de en sangre en las primeras temporadas.
Si bien es cierto que son bastantes las obras que sacan lo peor de nosotros o que han sido creadas por las mentes más enfermizas del planeta (de esto no se libra ni Platinum Games, que de Bayonetta matando ángeles también se han quejado muchos), debemos saber diferenciar.
No sé vosotros, pero yo estoy muy harta de todo el debate de la violencia y los videojuegos. Llevo toda la vida jugando a títulos de todo género, violentos o no, y no por ello me he convertido en una asesina. Y nadie, por jugar a un juego del tipo '177' se va a transformar en un violador. Que sí, hay que darle a los niños juegos para niños, y a los adultos, dejarlos que hagan lo que quieran. Que la sociedad, algunos medios de comunicación, asociaciones o los políticos fabriquen las cabezas de turco que les apetezca, pero eso no va a cambiar nuestra forma de pensar: Un juego es un juego, la vida real es otra cosa. Quien no sea capaz de ver esta diferencia, es quien realmente merece ser censurado.