El 31 de Agosto 2017 | 19:14
Todo los elementos de 'Uncharted' en un mismo juego
La primera vez que vimos 'Uncharted: El Legado Perdido' en el gameplay de PSX 2016, la primera impresión nos empujó a pensar que nos topábamos con una entrega más experimental de lo habitual. Una secuencia urbana en la India en la que el sigilo era completo protagonista. Mucho más de lo que pudimos ver en 'Uncharted 4', por ejemplo. Sin embargo, la propuesta a nivel de mecánicas es en la línea de lo visto en el cuarto juego.
En los vídeos previos al lanzamiento se podían ver las escenas de acción, conducción y combate cuerpo a cuerpo convencionales de la saga, bajo la promesa de los creadores de que: "Este juego es la suma de todos los Uncharted". Y parece que el título ha cumplido con creces.
La India a lo grande
La India toma el relevo de Madagascar, en esta ocasión, pero sin ser un juego de mundo abierto, el diseño de escenarios se aproxima, sin duda, a lo que pudimos ver en 'Uncharted 4', con entornos abiertos en los que explorar libremente.
La duda final
Hay muchas dudas que quedaban en el aire respecto a 'Uncharted: El Legado Perdido', sin embargo, sobre todo el temor de que se presentara como un elemento genérico dentro de la franquicia 'Uncharted'. Sus creadores estaban obsesionados en convencernos de que este nuevo juego es 'Uncharted' 100%, como si la obra de Naughty Dog fuese un recetario a seguir en base a ciertos ingredientes clave. Sin embargo, echaba de menos que se hable de las fases contemplativas de 'Uncharted 4', que aportan profundidad a sus personajes, los momentos de encuentro entre Nathan Drake y Elena en su casa, y ese poso melancólico que rodea a una buena parte del juego, la mejor, en la que acudimos a la crisis de mediana edad del aventurero. Ese elemento emocional es el que aleja, sin lugar a dudas, a 'Uncharted 4' de la aventura media. La pregunta sobre la emocionalidad de 'Uncharted: El Legado Perdido' era la primera y principal con la que afrontamos el juego. ¿La respuesta? Respiramos tranquilos, se trata, nuevamente, de un juego de personajes, tal y como nos había acostumbrado la entrega anterior. Para profundizar más, podéis leer nuestro análisis en Zonared.