El 27 de Marzo 2016 | 10:28
Cuando ofreces una obra a los consumidores que a su vez está basada en otra creación perteneciente a una vertiente artística diferente, debes intentar ser lo más fiel posible para contentar a esa base de fans que esperan que no les decepciones. Es decir, si haces un videojuego basado en una película, serie o un personaje ya existente, lo más sensato sería mantener su esencia aunque incorpores tus propios elementos originales.
Un buen ejemplo de este hecho lo tenemos en la franquicia 'Batman Arkham' creada por Rocksteady, que sabe crear una serie de videojuegos a la altura de las circunstancias y, sobre todo, a la altura del personaje. Todos los elementos incluidos en sus obras tienen una razón de ser y se apoyan en otras creaciones relativas al Caballero Oscuro, por lo que el resultado final termina siendo todavía más satisfactorio por eso mismo.
Pero esto no solo ocurre en el campo de los videojuegos basados en películas, cómics o personajes ya existentes, sino que también pasa en el terreno de los deportes. Un buen simulador debería transmitir siempre unas sensaciones similares en el videojuego a las que experimentamos viéndolo por televisión o incluso ejercitándolo nosotros mismos. Las franquicias 'FIFA' y 'PES', por ejemplo, serán mejores cuanto más cerca se encuentren de emular el fútbol real.
Esto es lo que ocurre también con el último lanzamiento de EA Sports, 'UFC 2', que se basa en el famoso deporte de las artes marciales mixtas, que esta compañía se ha encargado de convertir en un absoluto éxito a nivel de espectáculo televisivo a lo largo de los últimos años. Es complicado hacer un juego de lucha de una modalidad de combate tan exigente y compleja, pero me quito el sombrero ante el trabajo realizado por el estudio, porque más allá de la propia calidad del juego de lucha en sí han querido transmitir las mismas sensaciones del deporte real.
Hubiese sido muy sencillo tomar a las distintas estrellas que pueblan esta compañía y realizar un juego de lucha sencillo y accesible, pero 'UFC 2' es todo lo contrario, siendo inmensamente difícil de dominar y con una exigencia que a algunos les parecerá demasiada. Pero, precisamente, el deporte real es así de difícil, técnico y riguroso, por lo que no hay que aplaudir su trabajo y la decisión tomada por el estudio para con este videojuego.