El 30 de Octubre 2019 | 14:00
El príncipe Selius es importante en 'Trine 4'. Eso no se puede negar. Es el antagonista, aunque no por voluntad propia. Sin embargo es el que está causando todos los problemas que nuestros amigos tienen que superar.
Presentar a un personaje nuevo a estas alturas de la saga (cuarta entrega) puede parecer casi un suicidio, pero en Frozenbyte han querido aprovechar los recursos que ya estaban a su disposición para darle toda la profundidad posible al muchacho. Al fin y al cabo es el que lleva el arco narrativo de la historia.
De esta forma sabemos que Selius es la antítesis de los tres personajes que controlamos. Es alguien muy negativo muy oscuro y muy enfurruñado con sí mismo y con el mundo. Pero ¿por qué sabemos esto?
Conocer a alguien a través de los ojos de otro
Hacer una historia para 'Trine 4' implicaba no solamente montar y armar un mundo, a un "malo" y liarla parda por el mundo. Eso es la parte "fácil" del trabajo. El problema llega cuando tienes que relacionarlo con lo que ya tienes en el escenario de forma que sea coherente, entretenido e intrigante a la vez.
Para darle profundidad y énfasis a esto, la historia tiene un único arco narrativo. Siempre se centrará en el príncipe Selius y sus líos y no buscará profundizar en la historia de Amadeus, Pontius o Zoya. A ellos los conocemos (aunque nos van a sorprender con más revelaciones) pero a Selius no.
Sin embargo, como hemos dicho, Selius no es un personaje que venga con nosotros y que podamos ver de primera mano. Por ello los guionistas han tenido que echar mano de lo que ya había: los tres protagonistas.
Esta es la forma que han ideado para conseguir darle una nueva dimensión al príncipe: verlo a través de los ojos de los personajes que tenemos. Y esto implica que cada uno de ellos tiene una forma distinta de entender a este curioso individuo.
Amadeus no pensará lo mismo de él que Zoya, y mucho menos Pontius. Es la suma de los tres puntos de vista la que nos dará la complejidad total del príncipe Selius. Pero es que aunque solamente veamos la perspectiva de uno de ellos también podremos llegar a conocerlo.
Cada jugador es un mundo, y cada uno resolverá los puzles de una forma distinta. Esto implica que puede que nos encontremos con que tenemos más visión por parte de un personaje que de otro y eso hay que tenerlo en cuenta.
Por ello, todo lo que dicen los héroes está medido y controlado para que, al final del juego, sepamos quién es Selius, por qué hace lo que hace y cómo evoluciona dentro del mismo.
Buscando el equilibrio
Los numerosos intentos en plan "prueba y error" que se tuvieron que llevar a cabo para compaginar guión, arte y mecánicas en este sentido fueron muchas. A veces había que cambiar elementos que parecían que iban a casar pero que, una vez juntos, no lo hacían. Tanto en un sentido como en otro. Es más, la primera vez que Maija y Charlotta jugaron juntas al juego se dedicaron a matarse entre ellas... con eso os lo digo todo.
Esto me lo dijeron para hacerme ver que hay muchas formas de divertirse con 'Trine 4' que simplemente siguiendo la historia. Han dejado mucho espacio para que el jugador elija cómo quiere jugar y cómo quiere ver este mundo que han creado. Y por eso hay que tener un equilibrio muy medido.
Es decir, no puede haber un protagonista por encima de otro. Quitando a Selius, no puede dársele más fuerza a ninguno de los tres héroes porque entonces estarían guiando al jugador hacia algo que, a lo mejor, no quiere hacer o ver.
Evidentemente que en una historia lineal como la de 'Trine 4' nos veremos forzados a tomar un camino determinado. Pero si nos gusta mucho Amadeus, ¿por qué no probar con sus habilidades a superar los retos?
En este sentido, nos comentaron que el secreto está en "no tener favoritos". Si a los guionistas les gusta más uno que otro hay un problema porque inconscientemente lo van a favorecer en detrimento de los otros dos. Y eso rompería el equilibrio del que estamos hablando.
Es por eso mismo por lo que entre ellos se tiran de las orejas a veces y se paran los pies los unos a los otros. Es el trabajo en equipo de Frozenbyte lo que ha hecho posible que, al final, tengamos un juego con una fuerte personalidad pero que deja al jugador mucho margen para disfrutarlo como quiera.
Y esto, en medio de una industria que parece que se empeña en hacer mundos abiertos, desenlaces súper épicos y momentos decisivos, es un bálsamo de agua fresca. Porque sí, un desenlace, un momento, una lucha, una escena, puede ser todo lo emotiva que tú quieras. Pero es mucho más importante el camino que te lleva hacia ella.
Si el camino no explica hacia dónde vamos y por qué lo hacemos, es muy posible que al final el equilibrio se rompa y no entendamos o nos metamos en dicha escena. Pero si la historia, la trama, se cuenta bien y coherente, entonces estamos ante algo que seguramente nos atrapará.