Por El 30 de Octubre 2016 | 10:10
Ha llegado el momento. El punto exacto en el que no solo voy a hacer una de mis confesiones más ocultas con respecto al género de terror, sino también el preciso instante en el que vamos a conocer uno de los juegos más tapados y surrealistas que se pueden encontrar en cualquier consola en general, y sobre todo dentro de PS2 en particular. 'Rule of Rose', o como un juego que inicialmente fue duramente criticado por ciertos sectores de la prensa (ojo, no todos), y que posteriormente se convirtió en una espécie de juego de culto para los fans del género, y sobre todo en un título altamente cotizado a día de hoy. Porque la versión física de 'Rule of Rose' es la única forma de aproximarse a este juegazo de Punchline (no está en la Store, por ejemplo), y además no son tantas las copias que se lanzaron en su día. Pero ojo, no se ha convertido en lo que es hoy en día solamente por eso; también por un argumento tan retorcido y polémico (en su día pasó por la censura) como apasionante y complejo. Las teorías que se encuentran hoy en día por ahí se ponen a la altura de las del propio 'Silent Hill', y hacen que estemos ante un juego muy rejugable.
El maldito orfanato
Hablar de orfanatos, evidentemente, no es un plato de buen gusto para nadie. Los niños no llegan ahí porque sí, y seguramente muchos conocemos historias terroríficas de personas hoy en día mayores que lo pasaron muy mal (también en época de guerra, o dictadura). Sin embargo, después de jugar a este juego son otros los miedos que le pueden entrar a uno al imaginarse un sitio así. Imaginaos que sois una joven de 19 años que, tras perseguir a un extraño niño que te pide que le leas un cuento en el autobús (curiosamente el libro no tiene ni letras...), llegas a una mansión abandonada, que resulta ser un orfanato. Y peor aún... cuando estás dentro te das cuenta de que no vas a salir nunca más de ahí, y que por primera vez en un juego de terror, no van a ser los monstruos (que también los hay, y muy extraños y originales, por cierto) los que den miedo sino los propios niños... escalofriante. Cada uno de los niños que aparecen en 'Rule of Rose' es muy particular. Tienen un carisma alucinante, y forman parte del llamado 'Club de los Aristócratas del Crayón Rojo'. Lo que aún no sabemos nada más entrar, es que estos niños nos atormentarán, nos humillarán y nos harán pasar por situaciones completamente sin sentido.
El inicio del juego es espectacular. Una forma de empezar fuerte, como muchas veces ocurre en el género, y dejar claro al jugador que la ambientación no va a ser para nada agradable. No tenemos ni un segundo de respiro, y cuando no sean los niños los que nos encontremos por el camino (hay escenas memorables), serán los monstruos sin cara (llamados 'imps') que surgen de todos los rincones, y que encima se disfrazan de animales como conejos, cerdos, o hasta cabras... Al final, ese argumento tan "inquietante" acaba desembocando en una série de capítulos, a modo de cuentos, que nuestra protagonista ('Jennifer') debe resolver para ir dándose cuenta de que su relación con el orfanato no es casual, y de que deberá expiar ciertos pecados que cometió en el pasado. ¿Qué relación tiene todo eso con los otros niños? ¿Por qué algunas cosas se materializan de la forma que lo hacen? Esa es la verdadera grandeza de un título que juega de forma tremendamente inteligente con los acertijos, las moralejas y el subconsciente más profundo de un ser humano. Ahora imaginad todo ese contexto con una banda sonora (compuesta por 'Yutaka Minobe') colosal, que prácticamente fue grabada en su totalidad solo con instrumentos de cuerda, y tenéis una aventura única en el mercado.
Ya os habréis dado cuenta de que, a nivel argumental, 'Rule of Rose' tiene muchos parecidos con 'Silent Hill' (¿qué significa realmente el lugar? ¿Por qué estamos ahí? El propio terror psicológico...). Sin embargo, además de hacerlo de un modo completamente único, también ofrece una propuesta jugable muy particular. Por suerte, durante prácticamente toda la aventura nos acompaña un perro (en su día lo compararon con 'Haunting Ground', también de PS2), y este será determinante en la exploración y la resolución de puzles. Aunque nosotros siempre controlamos a 'Jennifer', en realidad muchas de las acciones que llevaremos a cabo, como encontrar llaves, resolver acertijos o encontrar la utilidad de ciertos objetos importantes, las abordaremos de un modo muy orginal: será el propio perro el que nos ayudará a encontrar el camino con su olfato. Además, le podremos dar ciertas órdenes, como por ejemplo que se quede sentado, y deberemos tener en cuenta no solo nuestra propia barra de vida, sino también la suya. Eso con respecto a la parte "tranquila" del título, porque a nivel de combates, es precisamente donde el juego fue más criticado. Aunque en muchas ocasiones lo mejor es escapar, no siempre es tan fácil. Cuando no haya más remedio, tocará luchar, y a nuestra disposición (salvo excepción) solo habrá armas cuerpo a cuerpo.
Pero tened en cuenta una cosa: el juego busca el máximo realismo, y aunque nos permite luchar y acabar con los enemigos, nuestra protagonista es una chica adolescente que apenas tiene fuerza. Por eso nuestros ataques son débiles, y nuestros movimientos rudimentarios. Mucha gente criticó el juego por su excesiva dificultad y por unos controles poco depurados en cuanto a la acción. No obstante, a mí siempre me pareció fascinante el intentar dar un par de golpes al enemigo para así poder flanquearlo con el espacio creado. Además, con un poco de práctica te das cuenta de que aquello que parecía tan difícil, acaba resultando muy satisfactorio. Aún con esas siempre habrá algún enemigo que vas a odiar (las girafas son lo peor...), pero ayuda a crear más tensión al fin y al cabo. Nuestro perro (se llama 'Brown') no los ataca, pero sí intenta ahuyentarlos ladrando, y esa distracción hace que se incentive el esquivar en vez del enfrantamiento directo. Algo que, de todas formas, ocurrirá sí o sí con los enemigos finales, que ofrecen alguno de los momentos más memorables de todo el juego.
Soy consciente de que tanto la prensa como los jugadores quedaron divididos con este juego (en Metacritic tiene una media de 59), pero también sé que mucha gente que le ha dado una oportunidad no se ha arrepentido en la vida. No es un juego para jugadores sin paciencia, y ni mucho menos lo es para aquellos que prefieren un combate ágil, en el que repartir estopa, que no resolver puzles con una ambientación y unos acontecimientos agobiantes y llenos de tensión. Pero estamos ante un título que, argumentalmente es completamente imprescindible, y que, sin saber muy bien porqué, año tras año va ganando adeptos y se va convirtiendo en una joya oculta. No se trata de convencer a nadie, pero sí es uno de esos juegos en los que me veo en la obligación de animar a la gente a obviar las reviews, y a dejar de lado las puntuaciones, porque quizá descubran una de las pesadillas más retorcidas y divertidas que podáis encontrar. De hecho, una de las razones por las que fue duramente criticado fue la controversia con respecto al tema de la sexualidad en niños (en el juego hay referencias al lesbianismo, por ejemplo), pero fue totalmente injusto porque tal y como dijeron sus propios creadores, eso no era ni mucho menos la parte principal del videojuego.