El 30 de Octubre 2016 | 10:10
Me tendréis que permitir no solo que vaya de menos a más, sino incluso que haga algo de "trampa" para mi primera elección. Y digo lo de "trampa" entre comillas porque en realidad la ambientación del primer 'F.E.A.R.' (el original de PC sobre todo) es más sublime y terrorífica que la de muchos juegos que teóricamente se consideran más "Survival". Evidentemente no deja de ser un FPS, y es verdad que los enemigos a los que nos enfrentamos, o la acción frenética del título no son precisamente los elementos que yo haya podido escoger para traer el juego aquí. Sin embargo, 'F.E.A.R.' es la viva prueba de que no es necesario ofrecer un Survival Horror al uso para hacérselo pasar mal al jugador, o para que cualquier fan del terror pueda quedar contento con la propuesta de un juego. Sin ir más lejos, y aunque no tenga nada que ver, el propio 'Enric Álvarez' nos desvelaba en una entrevista en la BGW 2016 que uno de sus primeros juegos: 'Clive Barker's Jericho', tenía criaturas terroríficas, y sin embargo no daba ningún tipo de miedo porque el protagonista "era invencible".
La maldita niña
En cambio, 'F.E.A.R.' es todo lo contrario: los enemigos a los que nos enfrentamos son simples mercenarios con ciertos poderes, y no dan ningún tipo de miedo; pero cada vez que aparecía en escena 'Alma' (la famosa niña muerta que sale en la portada del juego) el jugador quedaba completamente vendido. Era un enemigo mucho más poderoso que nosotros; no sabíamos cuando podía hacer acto de presencia, y además los sustos, la tensión y la cara de pocos amigos que traía consigo eran dignos de cualquier 'Silent Hill'. Su presencia es constante en el juego, con contínuos toques y vislumbres de su vida pasada (a través de visiones) y recogiendo información a través de los distintos escenarios. Su apariencia tampoco ayudaba: aparantemente, una inquietante y pálida niña de unos ocho años de edad, con pelo oscuro y caído alrededor de su cara, vestida de rojo y totalmente descalza. Y por si fuera poco, incluso cuando no aparece directamente, también puede dejar "regalos" a modo de marcas de sangre (de su propia mano), o apareciendo en cámaras de grabación que supuestamente se encuentran donde nosotros mismos estamos. Escalofriante.
No menos interesante era el argumento que giraba en torno al título, tan oscuro como el propio personaje de 'Alma', y sin lugar a dudas con una clara inspiración en las séries y películas asiáticas de terror (resulta imposible ver a 'Alma' y no pensar en films como por ejemplo 'La Maldición'). La historia de 'F.E.A.R. nos pone en la piel de 'Point Man', un mercenario que se ha incorporado recientemente a F.E.A.R., un grupo secreto de operaciones especiales del gobieron de EE.UU. especializado en el tratamiento de amenazas paranormales. ¿Nuestro objetivo? 'Paxton Fettel', un comandante militar convicto, que, inexplicablemente, ha enloquecido y ha tomado el mando de un ejército secreto integrado por clones que, por extrañas razones, le obedecen de manera telepática. Evidentemente nada es lo que parece, y a lo largo del juego iremos descubriendo la relación de este y los poderos psíquicos con la propia 'Alma', y seremos testigo de uno de los argumentos más complejos, completos y sobre todo retorzidos que se habían visto hasta aquel momento.
Hoy en día todo el mundo habla de personajes icónicos dentro del mundo de los videojuegos de terror, tales como 'Pyramid Head' o 'Nemesis', y sin lugar a dudas estoy de acuerdo con esas afirmaciones (el primero me seguirá atormentando toda la vida), pero todo aquel que ha jugado a 'F.E.A.R.' sabe que 'Alma' da un miedo incluso más real. ¿Por qué? Básicamente porque te hace creer que esa situación puede ser real, que una niña que ha existido y que hoy en día ya está muerta, consigue materializarse en nuestro mundo a través de los distintos planes de existencia, y además ha decidido que su victima eterna vas a ser tú y nadie más que tú. Durante el juego la vamos a ver de mútliples formas: de reojo, de pie en la sombra, detrás de unas ventanas, incluso huyendo de forma muy ágil del campo de visión. Transmisiones de radio extrañas (como en 'Silent Hill'), objetos que se mueven solos, mucho gore, risas irónicas, palabras sin sentido, e incluso susurros a nuestros propios oídos. Una pesadilla que cuando llega a su punto álgido se convierte en una violencia desmesurada ante la que nuestro protagonista poco puede hacer. No llevamos las de ganar.
Dicho todo esto, a nivel jugable 'F.E.A.R.' también sigue siendo un juego genial. Seguramente hoy en día mucha gente lo criticaría porque al fin y al cabo se publicó en 2005, y todo aquello en lo que destacó, hoy ha quedado desfasado. Pero los amantes de lo retro por un lado, y sobre todo aquellos que en su día lo disfrutaron en PC como novedad, bien saben que revolucionó el género en muchos aspectos. No solo por todo ese componente de terror, tocando temas más relacionados con lo paranormal y la psicología y no tanto con la fantasía o lo "monstruoso", sino también a nivel tecnológico y jugable. Y ambas cosas iban de la mano, porque esos grandes efectos de partículas, los cristales que se rompían a nuestro paso, o los papeles que salían volando de las mesas de una oficina se daban la mano con las habildades paranormales de nuestro protagonista. Por aquel entonces el tiempo bala no se llevaba tanto, y además gráficamente era superior incluso a cosas que vinieron después. Puede que los escenarios estuvieran algo vacíos e incluso se volvía repetitivo (por situaciones y enemigos) pero eso no impide que siga siendo uno de los grandes Shooters de aquella época y un juego mítico para los jugadores de PC. Posteriormente salieron tanto expansiones como versión para PlayStation 3 y Xbox 360, pero ninguna de ellas estuvo al nivel del original, y sobre todo no sorprendieron tanto (ya había llovido un poco más). Más o menos lo mismo que ocurrió con las secuelas.