El 26 de Julio 2019 | 11:00
Por supuesto, no todo quedará entre los muros de la Academia. Y es que, pese a que el factor más social ha evolucionado sobremanera en esta nueva entrega, sus creadores no han querido dejar de lado todo lo que supone el corazón de la franquicia: su sistema de estrategia por turnos. Por supuesto, este núcleo sigue impasible, siendo el centro de atención de la experiencia. Sin embargo, encontramos una gran cantidad de novedades que aderezan su jugabilidad.
La primera, y más importante, es que volveremos a poder cambiar las reglas del juego eligiendo el nivel de dificultad que más se ajuste a nuestras preferencias. Algo que, sin embargo, puede restar parte de la idea principal de sus desarrolladores con la inclusión de una permadeath que mantiene la tensión sobre el desarrollo de la batalla y las posibles pérdidas que podamos sufrir en ella.
Para ello se introduce un nuevo sistema que nos permitirá volver atrás en el tiempo. Hablamos del Pulso Divino, una habilidad paralela a la Rueda de Mila de 'Shadows of Valentia' que será mano de santo para replantear nuestra estrategia si fallamos en el combate. Con todo, será importante saber cuando y como usarlo, ya que sus usos serán limitados.
Además de eso contaremos, de nuevo, con una dificultad especialmente variable, que permitirá jugar con las bases de la misma. Con un modo clásico en el que nuestras unidades no volverán a la vida y otro, el modo novato, que contará con la posibilidad de recuperarlos y un nivel de dificultad variable podremos experimentar a gusto. Un modo clásico a nivel fácil para quienes no quieran dejar de lado la tensión, sin exceder el reto, o un modo novato difícil, para llevar la dificultad al máximo sin lamentar pérdidas. Algo a lo que deberemos sumar el nivel lunático que se añadirá más adelante al juego.
Vuelve el triángulo de armas
Un clásico imprescindible de la franquicia 'Fire Emblem', el triángulo de armas, seguirá presente en este 'Three Houses'. Un sistema que variará el daño de un ataque según el arma que esgrime tanto él como el otro combatiente. Un formato que dejábamos de lado en la última entrega principal de la saga y que volverá a ser especialmente relevante en su desembarco a Nintendo Switch.
Sin embargo, esta vez será incluso más importante que antes. Y es que, mientras que por lo general siempre hemos tenido unidades pre-diseñadas con ciertas aptitudes y clases —aunque 'Fates', por ejemplo, ya contaba con gran versatilidad a la hora de hacer y deshacer—, en 'Three Houses' será nuestra decisión mejorar las particularidades de cada unidad, por lo que deberemos ser conscientes de ello y establecer un equipo equilibrado para poder superar todos los retos que surjan.
Todo es estrategia
Con estas, 'Fire Emblem: Three Houses' volverá a poner todo su peso sobre nosotros, como jugadores y jugadoras, con la necesidad de establecer una estrategia capaz de superar los tantos retos que propondrá el juego a lo largo de cada ruta.
Algo de lo que podremos ayudarnos asignando batallones a algunos de nuestros alumnos, formando un devastador ataque contra los enemigos que, además, se verá potenciado si contamos con más unidades cerca, en un completo "All-Out Attack" que puede dar la vuelta a la situación. Cuando el vínculo entre nuestros alumnos —así como su potencial— sea el suficiente también podremos emparejarlos para que combinen sus habilidades o se apoyen, haciendo del título todo un abanico de posibilidades en la batalla.
A ello deberemos sumar, no solo nuestra cabeza como estrategas, sino también nuestra fuerza como combatientes. Y es que, como ya es habitual en las últimas entregas de la saga, nuestro avatar también será partícipe de los combates que libremos, por lo que no deberemos descuidarnos a nosotros mismos. Todo un seguido de apuestas que acercan a 'Fire Emblem: Three Houses' a lo alto del género.