El 9 de Junio 2016 | 19:48
¿Sabe? La mente del ser humano es maravillosa. No lo digo por decir, lo digo porque es un hecho probado, constatado, real. Es indescriptible, y carezco de los conocimientos de psicología precisos (precisos) para definirla de una forma más acertada. No soy una persona conformista. He vivido 400 largos años y prefiero verme como un ser que es por fin consciente de dónde están sus límites. Me gusta, por el contrario, pensar que es suficiente con tener en cuenta el hecho de que, la gente, las personas, todos, tienen un potencial que de alguna u otra forma les hace increíbles.
Esto no es más que una muestra de ello.
Emiel Regis Rohellec Terzieff-Godefroy
(Carta a la autora de la galería)
Cuando visitamos un museo, acudimos a una exposición o nos dejamos llevar por los pasillos de una galería de arte, nuestra mente acaba divagando de alguna u otra forma a los paisajes, pensamientos, contextos, de aquellos que plasmaron en sus pinturas y esculturas su habilidad artística. Es, al fin y al cabo, una forma de comunicarnos. El arte es un conjunto de mensajes, sutiles a veces, toscos otros, en el que el ser humano busca expresarse.
El leitmotiv de este artículo no es hablar del videojuego como un producto artístico. De eso, muchos y mejores que yo, ya han escrito. El experimento, la gracia de este recopilatorio, es ver cómo los propios jugadores hacen del videojuego un arte. Me dijo Alberto Venegas, durante una entrevista realizada:
"Depende de cómo se use esa herramienta [el videojuego], nos llevará a que los videojuegos tengan un papel social y cultural relevante."
Me gusta pensar que los jugadores, la mayoría, no disfrutan de manera superficial de una partida. Entiendo que las rutinas diarias, el escaso tiempo libre, las obligaciones... mil y una trabas del destino para evitar que nos relajemos, impidan la total entrega cuando estamos a los mandos de un videojuego. Sin embargo, la actitud predispuesta de querer deleitarse, aunque solo sea durante una mísera hora, ayuda a que ahora una servidora pueda estar escribiendo estas líneas.
Que el videojuego es un arte, lo sabemos todos. Que los jugadores son, así mismo, artistas, también hay que tenerlo en cuenta.