El 22 de October 2016 | 12:47
Este artículo puede contener spoilers de The Walking Dead.
Lo que en un principio no sería más que una historia de zombies putrefactos, se ha convertido en una de las mayores fuentes de reflexión de la cultura pop actual. Depende de a dónde llegue tu inquietud por la filosofía, la sociología y la conducta humana (¿pero acaso son tres campos divisibles?), podrías pasar de analizar la vida y sociedad sólo con 'Black Mirror', o con toda la ficción que veas en la televisión. Pero 'The Walking Dead', que es el tema que nos compete hoy, no se libra de esas preguntas interiores que nos vamos haciendo mientras apagamos la televisión: Dios mío, qué difícil es vivir en un apocalipsis.
Siempre ocurre en estas obras de ficción, sobre todo con tintes de fantasía, ciencia ficción, terror, etc., que son, eso, ficción. Ocurren en contextos que, o los hombres y mujeres no hemos llegado a encontrarnos nunca, o que son caricaturas de la sociedad desde la que se escribe, no podría citar otro nombre que el de George Orwell, por ejemplo. Pero en 'The Walking Dead' estamos ante unas circunstancias desconocidas, irreales. Vale que los zombies no puedan existir, pero algo estilo apocalipsis nuclear, como en 'Fallout', no es imposible, otra cosa es que sea probable. El autor lo que hace es construir las historias y los comportamientos de los personajes en base a su conocimiento de las personas, lo que pudiéramos predecir. Cada personaje tiene una personalidad y un carácter, en tales circunstancias actúa así y asá, y tiene que tomar estas decisiones y las toma en base a ciertas cuestiones. En ese sentido, 'The Walking Dead' es impecable. Y es que lo más real que hay en la historia de este cómic y esta serie es su esencia, su objetivo, para lo que fueron creadas: los personajes. En este sentido, el formato en papel y el televisivo permiten un despliegue mayor de recursos narrativos que una película de tiempo limitado.
No es nuevo, tras casi 7 temporadas, decir que 'The Walking Dead' no es una serie de zombies, sino una serie de personas. Los zombies son la amenaza, lo que echaron abajo el mundo tal y como lo conocíamos, están ahí, y como dijo Kirkman en una ocasión, los personajes saben tenerlos controlados. Pero, más allá, si los humanos fueran a extinguirse tras el estallido del virus, es porque ellos mismos se están suicidando como especie.