El 19 de Febrero 2015 | 16:09
La ambientación Victoriana siempre ha sido un escenario muy requerido y utilizado, tanto por el mundo de los videojuegos como por el mundo del cine. Generalmente cuando aludimos a la "época victoriana" hacemos referencia a 1837, fecha de la coronación de la Reina Victoria de Inglaterra (ampoco es que fueran muy originales con el nombre). Pero si algo tenemos que destacar es que hablamos de la primera Revolución Industrial, siendo este el factor que más juego nos da a la hora de imaginarnos escenarios y situaciones. La población inglesa se duplicó de 5 a 10 millones de habitantes: inmigración, tifus, cólera, guerras coloniales, suburbios, asesinatos y prostitución.
Aunque en el campo social hubo algunas mejoras, tenemos que pensar en esas largas y oscuras calles, flanqueadas por algún que otro farolillo de gas, gritos sordos, restos de casquería por las calles y edificios venidos a menos. Pero por otra parte también tenemos en mente nuevas e inmensas factorías con engranajes, tuercas y tornillos por todas partes, máquinas de vapor que impulsan gigantescos telares mecánicos, mejoras en el mundo de la ciencia, nuevos productos químicos, armas, barcos a vapor, trenes, y sobre todo nuevas y quizás igual de peligrosas ideas.
El escenario perfecto
Por todo eso, la edad victoriana es tan socorrida para los creadores de videojuegos. No hay otra época donde podamos combinar una persecución a caballo de un tren, un tiroteo con revólveres seguido de un duelo de espadas, un viaje en coche a un antiguo castillo, explosiones de dinamita en barcos de vapor y conjuros arcanos en cementerios abandonados. En definitiva, el escenario de nuestros sueños para desarrollar historias oscuras y de integra, que es precisamente de donde salen nuestros títulos ambientados en época victoriana.