El 8 de Abril 2016 | 09:35
Hace ya más de dos meses escribía acerca de mis primeras y muy tempranas impresiones con la beta cerrada, y la mejor noticia es que prácticamente todos los aspectos negativos ya no lo son tanto, bien porque la versión final los ha corregido, o bien se han arreglado a posteriori, lo que es aún mejor. Esto demuestra que el tratamiento de Massive al videojuego va a ser constante, que la atención a las demandas de la comunidad seguirá ahí para mantener el título vivo.
La ambientación es magnífica
No creo que valga la pena hablar ni un minuto más, o escribir una sola línea más acerca del downgrade gráfico, principalmente porque las virtudes de 'The Division' han conseguido eclipsar este polémico asunto casi por completo. La primera y que salta a la vista, es el tremendo diseño de la devastada ciudad de New York, que no deja de sorprender a medida que recorremos cada barrio y descubrimos cada uno de sus muchos secretos. Y en cuanto a diseño no me refiero solo a lo visual, detallado y espectacular, sino a la cantidad de callejuelas, zonas interiores que visitar, etc...
A nivel argumental, 'The Division' sorprende porque realmente, en ningún momento deja de contar una historia. Es más, en ocasiones es cuando simplemente te dedicas a pasear por la calle en busca de Echos o Grabaciones Telefónicas cuando más te empapas de su contexto y sus personajes, y no es conveniente pasar por alto estas actividades secundarias, puede que repetitivas, pero que logran ser realmente interesantes a nivel narrativo. No hablo de la historia que narra durante las misiones principales, que casi es lo de menos, sino qué fue lo que paso antes de que llegara el colapso a la Gran Manzana.
Además, presume de unas misiones principales especialmente variadas e inspiradas, las cuales no da absolutamente ninguna pereza repetir en modos de dificultad mayores para obtener mejor equipo y más experiencia. Hay que tener en cuenta que 'The Division' es un juego pensado para disfrutar en compañía, claro, pero a la hora de jugar solo, va muy bien provisto de contenido.
'The Division' como RPG
'The Division' ha resultado ser un videojuego que a la hora de recoger loot también es capaz de satisfacer al más avaricioso, al que repite una y otra vez misiones y farmea hasta la saciedad en busca de objetos cada vez mejores. La cantidad y variedad de armas, equipo y mods es bastante considerable, siendo las piezas moradas ya muy codiciadas, no digamos ya las de color amarillo. Podemos conseguirlas como recompensa de misiones, del botín que dejan caer los enemigos, comprarlas, fabricarlas nosotros mismos... No son pocas las opciones que tiene quien simplemente quiera pasar el rato en busca de items cada vez más valiosos.
Afortunadamente, cuando se trata de personalizar a nuestro agente también las opciones son aún mayores de lo que parecía en las pruebas previas. La posibilidad de equipar habilidades e intercambiarlas en cada momento según nuestras necesidades, o simplemente para complementar a nuestros compañeros, está muy bien implementada, además de los talentos y las ventajas pasivas. El no poder elegir entre clases predeterminadas podía parecer ser algo negativo, al causar esa poca diferenciación entre agentes, pero nada más lejos. Al final, eso nos otorga la opción de jugar de una manera, y durante la próxima partida, jugar de otra muy diferente. Sin embargo, llamarlo RPG es a todas luces exagerado, porque aunque esas opciones de personalización de personaje y equipo sí estén a la altura, la libertad que otorga no es tanta, al igual que tampoco puede llamarse sandbox.
A la hora de los tiroteos, 'The Division' es tremendamente satisfactorio, a pesar de la mediocre inteligencia artificial enemiga, capaz de lo mejor, pero también de lo peor, como subirse a un punto elevado para ponerse aún más a tiro. Aún así, los diferentes modos de dificultad, mid-bosses y bosses son más que capaces de ponernos en un aprieto. Para solventar estos momentos, el juego también nos ofrece un punto muy estratégico, sobre todo si jugamos acompañados, a la hora de coordinarnos para franquearlos, usar habilidades, etc...