'The Division' y el mundo distópico, reportaje - La Zona

OPINIÓN

Por Cristina Pérez

El 8 de Marzo 2016 | 18:27

¿Es 'The Division' un reflejo de esa sociedad futura que tanto temían los autores distópicos? ¿Ha llegado ya esa sociedad futura? Es posible.

¡Pues sí! En los videojuegos, por supuesto, también encontramos ejemplos de mundos distópicos. De hecho, lo que me ha llevado a escribir este artículo es precisamente 'The Division'.

 The Division

¿Por qué sitúo 'The Division' en esta categoría? Por una sencilla razón. Después de hacer algunas cábalas he llegado a la conclusión de que el mensaje que Ubisoft ha querido transmitir (o, al menos, uno de ellos) es una llamada de atención en cuanto al tema de la tenencia de armas. Nos presenta un mundo en el que lo único que puede salvar y, a la vez, destruir al ser humano es el propio ser humano. En este caso, al contrario de lo que sucede en otros videojuegos distópicos como son 'Fallout' o 'BioShock', no está detrás la mano de una tecnología (ya sea en forma de bomba nuclear o de plásmidos)... sino la del hombre. En 'The Division' el único enemigo que hay, a priori, es la actitud del propio hombre y de su instinto de supervivencia. 'Mad Max' también serviría para ejemplificar esto de lo que hablo.

Para afirmar por qué 'The Division' refleja una sociedad distópica que no está tan lejos, me apoyo en el hecho de que Ubisoft se ha basado en las llamadas Operation Dark Winter y en la Directive 51 para contextualizar este título. Mientras que la primera fue una especie de simulacro de viruela que tuvo lugar en estados como Oklahoma, Georgia y Pensilvania, encontramos que la Directive 51 se define como "una Directiva Presidencial que reclama el poder para ejecutar procedimientos para la continuidad del gobierno federal en el caso de una "emergencia catastrófica". Se trata, en pocas palabras, de un mecanismo de seguridad implantada durante el mandato del ex-presidente George W. Bush por los cuales se activaba un protocolo de seguridad por parte del Gobierno para proteger a la ciudadanía y mantener el Estado... después de haber demostrado con la Operation Dark Winter lo necesario que era aumentar las medidas de seguridad. Eso, en la teoría, puede sonar muy bien, pero ante este tipo de decisiones en las que el Gobierno asume un papel de padre protector, siempre me pregunto lo mismo: ¿a costa de qué? No deja de parecerme curioso que 'The Division' se haya basado en estos dos eventos, o como lo queráis llamar, reales, para crear un Nueva York distópico y sumido en el caos.

Para ir terminando, sobra decir, por otro lado, que esta crisis económica de la que hablaba al principio, lleva consigo una crisis todavía más grave: una crisis de valores y humanitaria. 'The Division' ha querido poner a prueba nuestro espíritu de salvamento, de solidaridad (que no caridad) y en lo único que puedo pensar es en los refugiados de la guerra siria llegando a unas fronteras griegas que están cerradas, y que se encuentran sin manos tendidas.

No sé si hemos alcanzado ya esa sociedad futura y desastrosa de la que hablaban en el XIX. Probablemente estemos viviendo ya en una distopía, y ni siquiera nos hemos dado cuenta.

¿Estamos ya en el año 1984?

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