El 28 de Febrero 2016 | 10:00
Puede sonar algo ventajoso o incluso hiriente querer comparar continuamente a 'Destiny' con 'The Division', ya que tienen más diferencias que similitudes. Pero en esencia vienen a ocupar un mismo cupo de mercado: querer convertirse en ese juego de cabecera al que sus jugadores acuden de forma diaria, aunque sea solo un rato. La mayor dificultad en ese sentido, eso sí, cae en el tejado de Ubisoft, ya que será complicado plantar cara en ese sentido a una obra que ya lleva más de un año en el mercado, con una comunidad de jugadores muy fiel y con muchos contenidos DLC ya lanzados.
Pero quiero centrarme en aquellos aspectos a los que ahora mismo sí hemos podido tener acceso y a los que sí que podemos valorar, ya que hasta que 'The Division' no haga su aparición el próximo 8 de marzo y nos deje ver cuáles serán todas sus posibilidades al completo será imposible saber si realmente va a ser una obra a la altura de las circunstancias. Pero ahora mismo tiene mi favor ganado gracias a lo visto en la beta, ya que todo lo que hace, parece hacerlo bien.
El juego tiene mucha personalidad propia y prácticamente nada se parece a lo que ya hemos visto en 'Destiny'. Una perspectiva en tercera persona y una jugabilidad propia de los shooters con coberturas, que obviamente no se parece en nada a la forma de plantear la acción en el título de Bungie, con una visión en primera persona. Pero creo que han conseguido encontrar un equilibrio para que esos enfrentamientos con enemigos utilizando coberturas sean inmensamente disfrutables, tensos y, casi lo más importante, capaces de enganchar.
Me sorprendía a mí mismo disfrutando de cada enfrentamiento con los enemigos del juego, que generalmente se muestran inteligentes y actúan respondiendo a nuestra manera de jugar, que además se complementa con la larga lista de habilidades diferentes, que provocan que haya muchas maneras de lidiar con los mismos combates. Mientras estaba jugando a 'The Division' no paraba de pensar en que, realmente, sí que es un juego con el que podría pasar muchas horas. Y era una de las dudas más evidentes e importantes a la hora de saber si vas a poder disfrutar al máximo de una obra de estas características.