El 30 de Diciembre 2016 | 20:41
Calendula y Pony Island (Blooming Buds/Daniel Mullins - PC)
Intento mantener el desarrollo independiente lo más alejado posible de esta lista dado que abre una puerta imposible de cerrar a la hora de recomendar joyas ocultas entre los muchos días de estos 12 meses.
He decidido reunir estas dos obras (de Madrid una y de Vancouver la otra) porque a pesar de sus diferencias ambas hacen algo muy interesante, ambas convierten algo tan presente en los videojuegos como los menús y las interfaces en herramientas mecánicas. Los puzles que proponen ambos lanzamientos se esconden entre sus opciones gráficas, de sonido y de controles.
Si bien 'Pony Island' fue notablemente reconocido entre aquellos que consiguieron llegar a su propuesta y entenderla, 'Calendula' tuvo menos suerte en cuanto a cifras (que no respecto a crítica). Especialmente destacable es la apuesta española al lanzar un juego tremendamente abstracto en un mercado tan difícil como es el del desarrollo independiente en este país.
Dying Light: The Following (Techland - PC, PS4 y Xbox One)
Sí, sé que 'Dying Light' es un juego de 2015, de principios de aquel año precisamente. Aún así Techland se ha ganado su pequeño hueco en esta lista gracias a 'The Following', una expansión que añadía una campaña nueva con un cambio de entorno que nos sacaba de la ciudad para llevarnos al campo, una historia nueva, más armas y hasta un vehículo.
'The Following' se podría haber considerado un juego completo en el momento y la plataforma adecuados. Es por todo esto que este DLC no debe quedar si mencionar en las listas de lanzamientos a reivindicar, pues potenciaba un videojuego de mundo abierto que se coronó como uno de los más divertidos y mejor acabados del explotado subgénero que es el de los zombis.
Flat Heroes (Parallel Circles - PC)
Podríamos señalar casi cualquier desarrollo nacional en una lista de juegos que han pasado desapercibidos porque, por desgracia, nuestros videojuegos no tienen hoy en día la repercusión internacional que muchos de ellos merecen.
Me he decantado por destacar 'Flat Heroes' aunque esté harto de escribir de él porque entiendo que es fácil pasar de él si nos lo encontramos de cara y sin contexto. Una galería de imágenes no podría vender el juego de Parallel Circles en una época en la que tan de moda está lo abstracto y lo minimalista. Incluso a un vídeo le costaría.
Estamos hablando de un 'Super Meat Boy' protagonizado por pequeños cuadrados de colores cuando nos enfrentamos al juego en solitario o en cooperativo y de un brawler reducido a su mínima expresión cuando nos ponemos los modos competitivos. El principal problema y la principal virtud de 'Flat Heroes' son lo mismo, no hay palabras que definan lo que se siente cuando se tiene entre manos.