El 20 de Marzo 2016 | 10:46
El color es un apartado importantísimo en toda representación artística a nivel visual. Lo que reciben nuestros ojos e interpreta el cerebro es muchísimo más importante de lo que pensamos, ya que las decisiones del artista y sus repercusiones van más allá de un gusto puramente estético. No solo se trata de "vestir" a tu creación con un color que te guste más o menos, sino de componer algo que funcione.
Aparte de la composición, los colores también resultan útiles. Por ejemplo, podemos representar algo de un color concreto para que destaque por encima del resto, teniendo en cuenta que nuestro cerebro, además, responde de diferentes maneras a los diversos ejemplos de la paleta. El mensaje que nos llega a través de un color rojo, por ejemplo, no es el mismo que el de un color verde o uno azul. Este ejemplo podemos verlo expuesto en las propias señales de tráficos para los conductores: el color rojo, generalmente, indica peligro.
En los videojuegos, obviamente, ocurre lo mismo. Ya no se trata solamente de tener unos buenos gráficos que saquen todo el partido de la tecnología o siga un estilo retro y similares, sino que dentro de esas elecciones también se deben tener muy en cuenta los colores seleccionados. Ese mundo, esos personajes y esas representaciones van a estar delante de los ojos de los jugadores durante mucho tiempo, por lo que deben cumplir varios objetivos. El principal, aunque parezca evidente, es que el jugador entienda su mensaje también a partir de los ojos.
La semana pasada os hablaba, por ejemplo, de 'The Division' y de cómo la propia ciudad de Nueva York formaba parte de la narrativa de la obra. No es necesario narrar una historia a través de herramientas más básicas y directas, sino que puedes utilizar representaciones visuales que lleguen como un mensaje a través de los ojos del jugador. Por eso son importantes las formas, pero también los colores, y los artistas suelen tener en cuenta todo esto con unas paletas de colores predeterminadas que consiguen dar tonos distintos.
Si ponemos un ejemplo extremo pero con el que seguro que todos lo podremos entender perfectamente, podemos pensar en un videojuego de la saga de 'Super Mario', que generalmente va a utilizar colores más vivos y que nos proporcionan un ambiente y nos transmiten unas sensaciones distintas al de una entrega de 'Fallout', por ejemplo, donde vamos a encontrarnos por norma general con escenarios y estampas más apagadas, referentes al mundo en el que incluyen al jugador.