El 4 de December 2017 | 10:20
'Super Mario 64' revolucionó el medio, pero Nintendo no supo emular su hazaña hasta pasados once años. 'Sunshine' compartió destino con GameCube y, a pesar de su indudable validez como plataformas, no gozó del mismo éxito que el debut de Mario en tres dimensiones. 'New Super Mario Bros.', pese a su popularidad, no dejaba de ser una entrega bidimensional mucho menos ambiciosa que cualquier iteración en 3D. Además de por definir los espacios tridimensionales o su calidad como videojuego, el estreno poligonal brilló lo suficiente como para eclipsar a las entregas del futuro. 'Galaxy' fue el primero capaz de sostener el pulso de los 64 bits.
Una galaxia que eclipsó mil estrellas
Con la obra para Wii, dirigida por Yoshiaki Koizumi, aconteció algo muy similar. Su planteamiento jugable dejó ojiplático a toda una generación de usuarios, algo que la secuela no hizo sino reforzar. 'Galaxy' era el baremo con el que medir los viajes posteriores de Mario. De nuevo, hubo que esperar una década a que alguien soportara semejante comparación. 'Super Mario 3D Land' fue el primer valiente en intentarlo, pero las limitaciones de la portátil de doble pantalla impidieron que la lid fuera de tú a tú.
Entonces llegó el turno de 'Super Mario 3D World', una suerte de hiperbolización del juego de 3DS. Más grande, ágil y ambicioso que su inmediato precursor, el título de Wii U es una lección magistral de diseño plataformero. Pero ni eso sirvió. Fiel a Wii U, la acompañó en el ostracismo al que la condenaron unas paupérrimas ventas. Sin importar cuán profundo fuera en lo mecánico, carecía de la magia que tienen los grandes videojuegos de Mario. El impacto de 'Galaxy' fue tal que, como 'Super Mario 64', invisibilizó todo lo que vino después. Pese a ciertas deficiencias, la obra lanzada en 2007 se benefició de un cóctel perfecto. Una idea refrescante, una buena ejecución y aterrizar en una plataforma de éxito rutilante como lo fue Wii.