El 26 de Febrero 2018 | 10:45
La desaparición de la figura de Han Solo en 'El Despertar de la Fuerza' muestra a un Kylo Ren más desalmado, frente a la escena en la que no se atreve a disparar a la nave en la que se encuentra Leia Organa, su madre. A ella no logra dispararle. Tal vez la fuerza de ambos se ha puesto en contacto. Tal vez, sencillamente, es su madre. Y la figura matriarcal gana de esta manera puestos, llevando como estandarte la presencia de Rey, que toma el papel protagonista y se esfuerza en nombre de la causa rebelde. Algo que tampoco debe pasar desapercibido: en cantidad de películas de Pedro Almodóvar, nos movemos por los bajos fondos. Por personajes en riesgo de exclusión social o que ya lo están. En el drama de estos entornos. Sí, características que están muy presentes en los personajes de 'Los Últimos Jedi', ya que las fuerzas imperiales toman un plan maquiavélico y agresivo en su contra, mientras ellos, algunos nacidos en estos bajos fondos, otros que han huido del orden establecido, forman un grupo bastante cohesionado cuya causa acaba siendo la de sobrevivir.
Extremos
De hecho, los dos extremos (Kylo Ren y Rey) siempre se ha pensado que podrían estar emparentados, pese a que de momento, no sea esa la idea. Están enfrentados, pero conectados. Y la reunión de ambos da lugar a la escena más característica de toda la película. La de la lucha en la sala donde se encuentra Snoke se convierte en el útero en el que se gesta el futuro de la Resistencia. Guardias con estilo pretoriano, un general extraterrestre y un aberrante color rojo que sirve como telón de fondo (bastante poco habitual en la saga) a una escena propia de coreografía. El mismo rojo de las letras de título, el mismo rojo que se ve en la arena que se levanta bajo las naves durante la batalla cercana al final de la cinta. Un rojo muy presente en la filmografía de Pedro Almodóvar, que siempre se ha esforzado en que algún elemento del escenario sea rojo. El rojo es la sangre que sigue fluyendo entre escenas, y es justo sangre lo que no vemos en 'Star Wars'. Además, está la ya nombrada "autocitación". Y es que Almodóvar reutiliza material de 'Chicas y Maletas' en 'Los Abrazos Rotos'. En nuestro caso, R2D2 reutiliza el mensaje de Leia aparecido en la primera película de la saga.
Tras la batalla contra Snoke, el sable láser se destruye, como una figura paternal que desaparece. Una protección que ya no está. Pero queda la vertiente matriarcal, la de la figura femenina que se sacrifica por la causa... y es que los maestros van quedando relegados al pasado. Yoda hace aparición pero ya es un fantasma. Y Luke Skywalker... ya sabemos dónde queda. El sacrificio final se lleva a cabo para tratar de salvar justo lo que hemos hablado un poco más arriba: la línea de sangre. Y ahora, a menos que se descubra algo nuevo, la última Skywalker dentro de la rebelión es Leia Organa. Se completa así el paso de poder a la mujer, con un conjunto de características fílmicas que lo relacionan. Y es que sí que podríamos decir que es la película de Almodóvar espacial, pues aunque no exista una relación directa, el director nos ha servido para mirar con otro prisma a los personajes y acontecimientos de la repudiada octava entrega de una saga que ahora tiene un gran problema por solucionar: la actriz del personaje que lleva en la resistencia la sangre Skywalker lleva muerta más de un año.
Suerte J.J. Abrams. Tranquilo, algunos sólo esperamos cosas buenas de ti.