El 24 de Julio 2017 | 17:10
En 2010, Marvel anunció que 'Spider-Man 4' se cancelaba debido a unos problemas con el guion y la dirección. A Sam Raimi le obligaron a introducir a Venom en la anterior película y ese tipo de imposiciones no estaba dispuesto a volver a permitirlas. Esto hizo que, posteriormente, se confirmase el reinicio de la franquicia, es decir, la producción de nuevas películas con nuevos actores y personajes.
Marc Webb fue el elegido para llevar a cabo 'The Amazing Spider-Man'. El título de la película ya anunciaba el primer cambio con respecto a la anterior trilogía y el aspecto que se le quiso dar a este Spider-Man estaba destinado a captar a nuevo público joven. Esta etapa está basada en la versión 'Ultimate Spider-Man' creada en el año 2000, la cual tenía como objetivo (también) el llegar a una audiencia mucho más joven.
Este proyecto estuvo encabezado por Andrew Garfield como Peter Parker y Emma Stone como Gwen Stacy. El cambio de tono y de estética es completamente drástico y nos metemos en un presente futurista donde prácticamente todo es posible. En esta nueva realidad, los padres de Peter le tienen que abandonar por algún extraño motivo (otras de las modificaciones más salvajes), ya que trabajan de manera secreta para el gobierno. Él se cría con sus tíos (Ben y May) y acude al instituto donde no lo pasa del todo bien.
El rejuvenecimiento del personaje lo inserta en un contexto distinto al de Raimi, y nos presenta a un Peter Parker que es un genio de la ciencia, siendo capaz de construirse su propio lanzador de telarañas de ultimísima generación a partir de telarañas creadas por arañas genéticamente modificadas. De lo que se trataba en este reinicio era de hacer ver lo guay que era ser un superhéroe.
Marc Webb introdujo incluso planos en primera persona, muy parecidos a los que se ven en títulos como 'Mirror's Edge' para tener un elemento más de conexión con el público más joven y para transmitir aún más la sensación de frenetismo que siente Spider-Man cuando va de edificio en edificio.
Esta estética juvenil se quedó en agua de borrajas para todo el mundo, aunque la inclusión de Emma Stone al casting como Gwen Stacy fue un acierto enorme. En las películas se introdujo a Norman Osborn como una figura superior, pero el Duende Verde que vimos en 'The Amazing Spider-Man 2' corrió a cargo de su hijo Harry.
La pobre recaudación y las críticas descafeinadas hicieron que el proyecto del nuevo Spider-Man no llegase a sus siguientes paradas. Había planes para hacer hasta cuatro cintas con Garfield, pero al final solo fueron dos.