El 24 de Agosto 2019 | 14:40
Hablar de 'Dragon Ball GT' es meterse en un buen berenjenal, dependiendo de qué hables y en dónde hables. En Japón, por ejemplo, adoran la forma del Super Saiyan 4 de Goku y Vegeta, sin embargo, en Occidente, la cosa nos pareció un poco más aberrante.
Sin embargo, hay que admitir que algunos de los elementos que vimos en la serie que llegó antes de 'Dragon Ball Super' estuvieron bastante bien. No, no hablamos ni de la animación (en general), ni del trato que recibieron algunas batallas (bolitas, bolitas y más bolitas) o algunos personajes. Nos referimos, más bien, a las tramas y al argumento de sus sagas.
En 'Dragon Ball GT' hubo tres grandes sagas. La primera de ellas fue de la Vegeta-Baby, donde un superviviente de los tsufur busca venganza contra el pueblo de los saiyan. La segunda fue el cortísimo regreso del androide A-17, y la última la de los Dragones Oscuros.
Todas ellas se trataron de forma rápida y con escalas de poder poco medidas. Sin embargo, el trasfondo y los personajes de estas aventuras no estuvieron tan mal. Una muestra de ello es que 'Dragon Ball Super' ha tomado bastantes ideas de algunos de los elementos que caracterizaron a esta serie. Hasta tal punto de que Moro, el actual enemigo de nuestros héroes, y el trato que está recibiendo la saga, tiene muchas, pero que muchas similitudes con lo que pasó con el doctor Mu, Baby y, posteriormente, Vegeta-Baby.
Si os cuesta imaginar o ver estas similitudes, tranquilos, que por aquí os las contamos con mucho gusto. Eso sí, tened cuidado si no estáis al día con el manga de 'Dragon Ball Super' porque vamos a contar y a hablar de cosas que han pasado en el último libreto que ya tenemos disponible.
Avisados estáis.
Moro y Baby, dos enemigos que van de menos a más
Todos conocéis a Moro a estas alturas de la vida. Se trata de un "come-mundos" (lo que casi lo convierte en un dios de la destrucción), bastante resentido con la patrulla galáctica (y más personalmente con el Kaio Shin) que acabó preso y sin magia en una cárcel de alta seguridad.
Por su parte, Baby quizás os es, para algunos, un poco más desconocido. Se trata de un tsufur que sobrevivió a la masacre del planeta Plant. Él usó al profesor Mu para incubarlo y mantenerlo con vida y cuando estuvo listo, decidió dar rienda suelta a su rencor e ir a por los saiyans.
Como veis, la personalidad de ambos es similar, aunque no parecida. Baby vive por y para el rencor. Moro solo quiere ser más poderoso y hacer lo que le venga en gana. No tiene ningún interés en los saiyans, aunque le guarda bastante rencor a los chicos de la Patrulla Galáctica.
Pero el punto en el que comienzan las similitudes de ambos es en el punto de partida en la historia de Goku y compañía. Tanto Baby como Moro son prácticamente inofensivos frente al poder de los saiyans a los que se enfrentan al principio.
Los dos enemigos son vapuleados, a su manera, por las formas iniciales de los personajes. En 'Dragon Ball GT', Trunks le mete una buena paliza a Baby que, aunque consigue dominarlo durante un tiempo, acaba siendo rechazado por el saiyan. Moro, por su parte, se lleva una buena paliza por parte de Vegeta, primero, y luego por parte de Boo.
Pero es que su fuerza, al igual que pasó en su momento con Cell, no ha hecho más que empezar a mostrarse.
El camino hacia la victoria
Pocos enemigos hemos visto en 'Dragon Ball' que sean listos. No es que sean personajes que son cortitos como Goku, pero sí que han ido siempre "por las bravas".
Freezer, Vegeta, Célula, Boo, Zamasu, Jiren e incluso los de las primeras sagas como Piccolo, no tuvieron en cuenta el poder de sus enemigos cuando se enfrentaron a ellos. Iban directamente a meterles una paliza sin saber qué se iban a encontrar, y sintiéndose muy superiores a ellos.
Sin embargo, Moro y Baby comparten un elemento muy interesante, y es que saben de qué son capaces sus oponentes. Saben que Goku y Vegeta (en este caso), son fuertes. Y mucho. Y por ello saben que enfrentarse a ellos en determinadas condiciones puede suponer algo peligroso.
En el caso de Baby, el tsufur se retiró tras perder contra Trunks, Goku y Pan y se dirigió a buscar más poder. Este lo encontró en los saiyans supervivientes de la masacre de Freezer. Y por ello empezó a infectar y a acumular poder a base de dominar a los diferentes Saiyans como Goten, Gohan y, por último, Vegeta.
Moro, por su parte, ha tenido que recurrir a ir recuperando su magia poco a poco. Primero, absorbiendo lo poco que podía absorber del planeta y luego accediendo a las Bolas de Dragón para recuperar todo su poder.
Pero es que aún así, la cosa no termina para él. A sabiendas de que necesita más aliados, y al igual que hizo Baby en 'Dragon Ball GT', Moro se ha hecho con un ejército fiel que le ayuda y le sigue. Ha creado su pequeño imperio, su pequeño hogar.
Y en esto es clavadito a Baby. O, en ese momento, ya Vegeta-Baby.