Por Marco Gonzálvez
El 17 de Agosto 2018 | 23:00
5. 'Aggretsuko'
Puede que 'Aggretsuko' no sea mi estilo por animación, ambientación o cualquier otro elemento que no he conseguido identificar, pero eso no impide que aprecie el interés y la calidad de la historia que intenta contar. La idea es sencilla, Retsuko es un panda rojo hembra que lleva la clásica vida del Salaryman japonés. Esto viene a ser que lo que eres, lo que haces y para lo que sirves lo determina cuánto y cómo trabajas en la oficina de turno. La presión a la que se ven sometidos estos trabajadores ha acabado con la vida de miles por casos de suicidio en Japón, motivo por el cual es importante la actitud de Retsuko frente al trabajo, desfogarse siendo ella misma en el karaoke, donde lo da todo cantando el death metal más duro que hay. De este modo la serie nos habla sobre las dicotomías que todos vivimos en el día a día. Sobre el trabajo como restricción de nuestras libertados, sobre ser nosotros mismos por el bien de nuestra salud mental y otras temáticas emocionalmente adultas que hacen que la serie sea de visionado obligatorio entre o no por los ojos.
4. 'F is for Family'
Debo reconocer que la primera temporada de 'F is for Family' me pareció atroz. La vi como un pobre intento de ser una serie cafre y al mismo tiempo intentaba contarnos cosas trascendetales sin mucho éxito. Culpa mía por no pasar de los primeros capítulos. Fue cuando volví a raíz del estreno de la segunda temporada cuando descubrí sus potentes mensajes sobre masculinidad tóxica y las problemáticas sociales en la norteamérica de los años 70. Frank Murphy es un padre de familia norteamericano, exmilitar y exadolescente con sueños. Ahora está encarcelado en un matrimonio que se tambalea con hijos que le decepcionan a cada decisión que toman. La serie se maneja mejor en el drama depresivo que en la comedia y desata todo su potencial cuando Frank es despedido del aeropuerto en el que trabaja. Un hombre americano en los 70 era una desgracia si no tenía un trabajo con el que alimentar a su familia, pero era aún más despreciable si era su mujer la que trabajaba para tirar de la familia. Estos hechos los remarca notablemente la serie de Bill Burr y Michael Price.
3. 'Big Mouth'
2. 'Violet Evergarden'
Durante la elaboración de este listado me di cuenta de que me faltaba un nombre para completar las 10 entradas y menos mal que pregunté a mis compañeros de Zonared alguna sugerencia que faltara porque mi vida era un poco peor antes de descubrir 'Violet Evergarden'. En cuestión de horas este anime pasó de desconocido a ser mi segunda serie de animación favorita en Netflix.
Un anime puramente conversacional y centrado en la empatía emocional es el tipo de rareza que espero encontrar en el catálogo de esta plataforma. En esta serie Violet es una soldado de 14 años que ha pasado su niñez en el fragor de una batalla ficticia que emula a las Guerras Mundiales reales. Ajena a cualquier tipo de emoción se despierta en un mundo pacífico y acaba en un trabajo que precisa, justamente, de tener empatía emocional con otros seres humanos.
En el camino de Violet por comprender qué es el amor y cómo se expresan y se entienden emociones complejas conocemos a otros muchos personajes con historias dramáticas, tiernas y heroicas que difícilmente dejan indiferente. A la belleza de su historia se suman su impecable animación y unas composiciones musicales dignas de acompañarnos a diario en nuestros dispositivos para traernos paz en cualquier lugar.
El único motivo por el cuál 'Violet Evergarden' no preside esta lista es porque la siguiente serie hace exactamente lo mismo de una forma más cruda, cómica y cercana a la realidad.
1. 'Bojack Horseman'
Estaba claro, es difícil competir con la cruda realidad de Bojack. Por momentos puede parecer que los grandes fracasados de la ciencia ficción generan empatía y son recibidos con éxito porque intentamos vendernos a nosotros mismos que somos así, unos fracasados pero en el buen sentido, de esos que están rodeados de gente que les quiere y que intentan que enderecen su vida, que dejen de autosabotearse para no tener que lidiar con el vacío del deber cumplido. Cuesta saber si Bojack ha triunfado por este tipo de público o si realmente esta serie ha sido capaz de hacernos ver todos esos comportamientos que día a día nos impiden progresar de una u otra manera en la vida. No hace falta ser una antigua estrella de la televisión para sentir que nuestro tiempo ha pasado o directamente nunca ha terminado de llegar. Crecemos en una competición continua que nace en los primeros días de colegio y nos acompaña hasta el mundo laboral, siempre estamos sometidos a unas metas que rara vez nos hemos impuestos nosotros y fracasar en el camino para llegar a ellas nos hace cada día un poco más infelices y por inercia más culpables. Bojack es una de esas series que no quieres recomendar a esa persona que está pasando por una ruptura, por un periodo sin encontrar trabajo o por una depresión, porque sabes que le puede hacer daño. Es así de importante.
La calidad y variedad del catálogo de animación de Netflix está fuera de toda duda y por ello estoy seguro de que se han quedado títulos importantes fuera de esta lista o que hay algunos cuya posición no os agrada. Estaremos encantados de conocer vuestra opinión en los comentarios de este reportaje o en nuestras redes sociales.