El 7 de Abril 2017 | 22:45
Con el lanzamiento de Switch parece que ya se hubiera dado el pistoletazo de salida a una nueva generación de consolas. Como siempre, es Nintendo quien la empieza con alguna portátil, aunque en el caso que nos ocupa resulta que es mucho más que eso. Cabría esperar que las otras compañías realizaran su próximo movimiento en los siguientes meses o par de años, en lo referente a sacar otra nueva consola, quién sabe si una PS5 o una Xbox Two. Pero las cosas se han ido un poco por las ramas.
Con lo bien que le va a PS4, incluso después de que grandes apuestas como PlayStation VR no cuajaran del todo entre el público, a Sony no le urge lanzarse contra la firma de Kioto. Más que nada porque ambas hace mucho que no compiten directamente. El duelo mercadológico está, como siempre, entre esta y la Xbox de Microsoft, ya que cubren exactamente el mismo nicho. ¿Y qué es lo que tenemos? Por lo pronto, una versión algo más potente de PS4 para los que la quieran, y otra versión bastante más potente de Xbox One.
Potencia pa tu carro
Hace meses que dejé clara mi postura con respecto a PS4 Pro, que este tipo de versiones mejoradas no están hechas para mí. De ahí lo de para quien la quiera: si te puedes permitir comprar una consola más potente porque priorizas el rendimiento y la definición de los juegos, adelante. A mí me basta con jugarlos en su versión normal, no disfruté menos de 'Bloodborne' por estar a 30 frames por segundo. El caso es que Microsoft ha dado a conocer las especificaciones de Scorpio, que vendría a ser lo que PS4 Pro es para PS4 pero a una escala mucho mayor. Un monstruo de máquina, pero seguimos guiándonos por el mismo patrón, que también es el de "para los que la quieran".
No obstante, Microsoft no nos la vende así. Nos dicen que se trata del próximo paso hacia el futuro, el que nos sitúa un poquito más cerca de los coches voladores y los androides cuestionándose sus leyes éticas. "Pushing the boundaries in gaming", "the next generation in gaming" y esas cosas que hemos oído en multitud de ocasiones, a pesar de que lo que trate de hacer Scorpio es romper el concepto de generaciones como tal. Sin embargo, aquí lo que tenemos es simplemente más potencia. Mucha más potencia, sí, pero ya.
¿Y los juegos? Al fin y al cabo eso es lo que importa, como siempre decimos. Cualquier elemento, ya sea potencia técnica o truquejos varios de la consola como paneles táctiles y demás, quedan como telón de fondo de los títulos a los que podamos jugar. Pero con Scorpio pasa algo muy distinto, y es que esos juegos ya los tenemos, o al menos eso pienso yo ahora, porque realmente tenemos dos opciones aquí: o bien pasa como con PS4 Pro y simplemente sirve para jugar a los títulos del catálogo de Xbox One en unas condiciones supremas, que esto ya sabemos que será así; o bien Microsoft opta por aprovechar del todo ese flamante hardware que tiene y anuncia juegos exclusivos para Scorpio. Aquí ya no estaríamos ante una versión potente de la consola que ya conocemos, sino ante un nuevo sistema que se vería lastrado por la necesidad de depender de la anterior máquina.
Veo a mucha gente esperando con ansias los juegos. Porque sí, ya conocemos las especificaciones, pero ahora falta lo que importa. Casi suena como si fuéramos a recibir la nueva Xbox Two, por llamarla así; el ambiente es muy parecido al que había con Switch, salvando las distancias. Pero esto es lo que me trae de cabeza porque, ¿no es en el fondo una Xbox One mejorada? Si realmente Microsoft opta por lanzar juegos exclusivos en ella, ¿no sería algo injusto y dividiría innecesariamente la comunidad de jugadores solamente por un poco más de potencia? Y en el caso de que eso quede descartado, una vez más, ¿no sería entonces como una PS4 Pro? Es decir, una máquina para los que la quieran, en contraposición a "the next generation in gaming".
Todavía está muy verde el asunto, y probablemente me equivoque con gran parte de lo que estoy vaticinando, pero me parece más un movimiento de Microsoft para intentar seguir siendo relevante (además, le pilla en un momento en el que las otras la han desplazado muchísimo) hasta que de verdad saquen una consola totalmente nueva. PS4 está muy acomodada, con una excelente base de usuarios y un catálogo de juegos envidiable, y al menos PS4 Pro se presenta como una alternativa, más que como el siguiente paso a dar para el consumidor. Switch, por otro lado, tiene todo el futuro por delante de una consola recién salida y esperanzadora. Microsoft está intentando jugar un poco a ambas cosas y la verdad, parece que no sabe muy bien cuál es su sitio.
Lo que intento decir, el punto que quiero hacer como dirían los anglosajones, es que Scorpio juega todas sus cartas a la potencia. Y con la potencia ya sabemos lo que pasa, que será la consola más pepino que haya salido nunca durante los dos primeros días, porque luego saldrá otra más potente y entonces, ¿de qué servirá Scorpio? Dos días es una exageración, evidentemente, pero dos años no sería tan descabellado. Y para cuando pasen esos dos años y tengamos otra máquina mejor y además sea realmente novedosa, con su nueva oleada de títulos, no sólo vamos a dejar de lado Scorpio por sus especificaciones, sino también por sus juegos. Porque, como comentaba antes, el lanzamiento de una nueva consola divide al público. Scorpio lo que intenta es aunar al público que ya tiene de Xbox One, pero volvemos otra vez a lo mismo, ¿y si le da por dividir?
Y todo esto de las ampliaciones de potencia pura y dura, de lanzar un hardware mejor en el que jugar cada poco tiempo, ¿no nos recuerda a algo? ¿No es precisamente lo que pasa en el PC? Es más, ¿no es ese mismo aspecto contra el que las consolas se posicionan como plataforma ventajosa por su comodidad de adquisición y mantenimiento? Creo que lo dije también en mi artículo sobre PS4 Pro: sacar mismas versiones de una consola con mejores especificaciones técnicas porque sabes que la original se ha quedado obsoleta es atentar contra la mera noción de consola. Saben que contra los PCs de ahora no tienen nada que hacer e intentan competir contra eso, pero el caso es que ese no es para nada su ámbito.
El público que se interesaría por una Xbox Scorpio es aquel al que de verdad le importa la definición y la fluidez a la que se vean sus juegos, o que no haya tiempos de carga ni texturas de baja resolución. Y el caso es que ese mismo público suele ser el de PC, que probablemente tendrá ya un ordenador mucho mejor, o planee adquirirlo por la amplitud de posibilidades que ofrece. Claro, Scorpio sería la alternativa barata, pero seamos francos, si te vas a lo barato, ¿no te renta más un modelo normal, que seguramente estará tirado de precio?
Además de que la oferta de juegos en PC es mucho más que amplia; tienes disponibles prácticamente todos los títulos que se han lanzado en compatibles en toda su historia, que no son precisamente pocos. Xbox tiene que mostrar sus virtudes en ese aspecto y no recurrir al 'Gears of War' de siempre o al 'Forza' de siempre, que encima también están en ordenadores. Necesitamos ese gran catálogo que nos prometió Phil Spencer hace poco para que realmente merezca la pena, y este año Xbox One no está tampoco en la cúspide de sus lanzamientos, la verdad.
Falta, como siempre, ver lo que nos espera en el E3. Si Microsoft ha decidido quitarse ahora las specs de en medio será porque tienen reservado lo bueno para luego, quiero pensar. Pero entonces nos encontramos ante la misma disyuntiva que comentaba antes. ¿Tendremos catálogo tanto para One como para Scorpio o habrá juegos exclusivos de esta última? Como digo, puedo estar dando palos de ciego, pero por mucha potencia que tenga, tiene todas las papeletas para no salir muy allá y quedar en el mismo sitio que PS4 Pro, ya sea porque se equivoca de público al que apelar o de movimiento en lo que respecta a la competencia.
Pero quizás salga bien la cosa, quién sabe. Podría quedar bien diciendo que nada me gustaría más que Scorpio fuera un éxito, pero lo cierto es que no estoy tan seguro de que eso sea lo mejor. Al menos, con lo que sabemos ahora.