Satoru Iwata, de desarrollador de videojuegos a Presidente de Nintendo

Cambio de siglo. Cambio, en general. Tras ocho años en la presidencia de HAL, el señor Iwata se une a la directiva de Nintendo, a Nintendo's Corporate Planning Division. No son buenas horas para la Gran N, que desde GameBoy no vivían grandes bombazos a nivel comercial. Solamente Pokémon les salvaba y Game Freak era la única que superaba las dos cifras en millones de unidades vendidas con cada nueva entrega. Uno de los responsables de que 'Pokémon Oro / Plata' incluyese la región de Kanto al terminar nuestra aventura en Johto fue Iwata-san, cuyo consejo fue agradablemente aceptado por unos tales Junichi Masuda y Satoshi Tajiri. Casi nada.

GameCube y GameBoy Advance no superaron a sus predecesoras, algo que fue en parte sucedido por la inclusión de un formato CD extraño en el caso de la doméstica, un modelo de negocio que tomaba demasiados riesgos y ponía en entredicho la confianza de las third parties cuando PlayStation 2 empezaba a ser la moda más impresionante que se recuerda. Por suparte, GBA era quizás demasiado continuista y con una cantidad excesiva de adaptaciones de juegos procedentes de SNES.

Cambio de chip. Llegada a lo más alto

En cualquier caso, GBA y sus 80 millones de unidades hacen que nadie se atreva a toserla, pero ya sabemos que todo lo que no sea superar lo inmediatamente anterior es un fracaso. Cosas del capitalismo.

Volviendo a Iwata, había algo en su mente que el resto no conseguían asimilar; no solamente había que conquistar a los nipones, hacía falta conquistar el mundo entero. El viejo continente, América, la gigante Asutralia... Tras unos cuantos proyectos para GameCube que son ahora consideradas obras de culto una vez Yamauchi le encargó ser el presidente de Nintendo a nivel global, llegaba el gran momento. Su momento. ¿Recordáis el E3 2004? Por si acaso, en este enlace podéis leer nuestro Nintendo ++ homenaje dedicado exclusivamente a este imborrable momento.