El 14 de Julio 2015 | 19:52
Ayer lunes comenzábamos una calurosa semana más de julio conociendo la triste noticia que todos ya conocemos: Satoru Iwata, presidente global de Nintendo y CEO de Nintendo of America, perdía la lucha contra el cáncer biliar que le había apartado de sus funciones durante muchos meses estos últimos dos años y se despedía de todos en silencio, dejando su trabajo hecho y con la hoja de ruta de la compañía marcada.
Hoy, desde Zonared queremos hacerle un pequeño homenaje a un hombre nacido y dado para la industria del videojuego, un personaje que comenzó desde abajo, que luchó y trabajó para llegar a donde llegó. Nada de "hijo de tal"; Iwata hizo de su apellido un enorme legado, una referencia para todos aquellos que hoy, de una forma u otra, estamos sumergidos en una industria que por desgracia solamente se une cuando nos damos cuenta del verdadero valor de las cosas.
Juagdor, ante todo
La marcha de Satoru Iwata con tan solo 55 años nos anima a contaros quién había detrás de esa imagen pública, ese hombre que se negaba a ser igual que el resto de CEOs americanos; aquí hacía falta comunicación con el usuario, una nueva forma de transmitir de forma universal y comprensible a todo tipo de públicos cuáles eran los planes de la Gran N. Comencemos por cómo se definía a sí mismo antes de viajar más de 30 años en el tiempo:
«On my business card, I am a corporate president. In my mind, I am a game developer. But in my heart, I am a gamer ».
«En mi tarjeta de visita soy presidente de una compañía. En mi cabeza soy un diseñador de juegos; pero en mi corazón soy un jugador». - Satoru Iwata, en la Game Developers Conference de 2005.
- - Satoru Iwata, ese joven desarrollador, presidente y jugador
- - Estudios universitarios y horas de sueño perdidas en ninguna aprte
- - Llegada a HAL; Yamauchi observa
- - Bancarrota y vuelta a casa
- - Nuevo siglo, presidencia de HAL y fin de la era Yamauchi
- - Llegada a la presidencia. Nintendo DS y Wii, el mayor dúo de la compañía en su historia
- - Generación actual y cáncer biliar. El final.