El 14 de Julio 2015 | 08:45
Es así como llegamos a 'God of War', la primera gran oportunidad de Santa Monica Studio para demostrar a nivel interno y de forma global que no solamente Polyphony Digital iba a llevarse palmaditas en la espalda desde Japón. En 2005 ya se hablaba de la nueva generación, la séptima, que sería iniciada por Xbox 360 aunque sin dar soporte a la Alta Definición desde el inicio. Poco o nada le importó a este equipo para desarrollar el que se estaba perfilando como uno de los mejores títulos del año, de la consola y de la generación.
No eran simples desarrolladores
Atrás quedaban las obras que no se atrevían a contar acontecimientos históricos o referentes a la cultura clásica sin acudir al género de la estrategia o el rol, aquí teníamos acción pura y el género de los hack 'n' slash se redefinía con Kratos y su tremendo carisma. Esta aventura en tercera persona, muy machacabotones pero no por ello con cierta profundidad en sus mecánicas, fue producida por Shannon Studstill y dirigida por David Jaffe, quien ahora se encuentra inmiscuido en el desarrollo de 'Drawn to Death' para PlayStation 4 y que ya dejó sus pinos y alardes de violencia en 'Twisted Metal'.
La idiosincrasia de 'God of War' no se dejaba únicamente sentir en los mandos, era también un portento visual y se escuchaba espectacular. La crítica se rindió a sus pies; no era para menos, la cultura griega se merecía esto. Tal fue la ovación general que en los Spike Video Game Awards del año 2005 tanto David Jaffe como 'GoW' se llevaron respectivamente los premios a mejor diseñador y mejor juego del año.
Dejábamos de hablar de un producto únicamente compatible con el mercado del videojuego para enfrentarnos a una máquina de hacer dinero, una licencia extrapolable a las novelas y el cine, aunque en esto último parece no haber una decisión clara sobre cómo comenzar a materializarlo. Sin entrar en spoilers, el final de 'God of War' nos dejaba con la miel en los labios, ganas de conocer qué más vendría tras tantísima espectacularidad, un frenesí de epicidad, venganza, dolor...