El 22 de Marzo 2018 | 18:12
La biblioteca de Hogwarts se encuentra en la cuarta planta del castillo, y es un lugar de misterio, de conocimiento, además del rincón favorito de Hermione Granger. Porque allí se esconden oscuros tesoros, dentro de las estanterías prohibidas a las que los alumnos solo tienen acceso con consentimiento previo del profesorado, y siempre y cuando dispongan de un motivo convincente. Solo aquellos que se encuentren estudiando sexto o séptimo curso tendrán acceso a los libros de magia negra de forma libre.
Está constantemente protegida por Madame Pince, la bibliotecaria más estricta (y omnipotente) que vayáis a tener el placer de conocer en vuestra vida. Si hablas en esta biblioteca, murmuras, o se te ocurre ingerir cualquier alimento, ella lo descubrirá y no dudará en echarte sin ningún tipo de miramiento. ¡Allí las normas están para cumplirlas! La única capaz de salvarse de esta norma, que nosotros hayamos conocido, fue Hermione, que consiguió arrancar una página de un libro sin ningún tipo de consecuencias. Aunque no es lo habitual: por regla general, los libros te gritan o te golpean.
Hay una cantidad prácticamente incontable de libros a los que el alumnado puede acceder para ampliar sus conocimientos, o para satisfacer su curiosidad. En más de una ocasión hemos visto cómo Hermione acudía a las estanterías para continuar formándose, o para ayudar a sus amigos de la mejor forma posible. También hemos visto cómo el trío fantástico (Harry, Ron y Hermione) no dudaban ni un momento en pedir permiso al profesorado para consultar libros de la sección prohibida, con buenos resultados.
A las ocho de la tarde, la biblioteca cerraba sus puertas. Si algún alumno necesitaba llevarse un libro para poder estudiarlo con detenimiento, tenían que acudir a Madame Pince, para que ella diera su consentimiento; además, si era de la sección prohibida, no tenían más remedio que hacerlo con un consentimiento expreso de un profesor. Según Snape le comentó a Harry en un momento dado, sacar los libros de las instalaciones de Hogwarts estaba terminantemente prohibido.
Como apunte curioso: el director Dumbledore se encargó personalmente de quitar de la biblioteca cualquier libro que estuviera relacionado con los Horrocruxes tras lo que sucedió con Voldemort, por temor a que otros alumnos decidieran tomar el mismo camino. Aunque Hermione fue previsora, y optó por tomarlos "prestados" cuando Dumbledore falleció.
¿La biblioteca más amplia de la historia?
La biblioteca de Hogwarts tiene un tamaño casi colosal, puesto que en ella se almacenan siglos y siglos de conocimientos mágicos. Está dividida en una gran cantidad de secciones, siendo la más interesante de ellas la sección invisible; recibe este nombre porque todos aquellos estudiantes que la estén consultando, en ese momento se vuelven invisibles. ¿Qué se esconderá tras tanto secretismo?
J. K. Rowling hizo una gran labor con la biblioteca de Hogwarts, puesto que proporcionó sobre ella datos muy concisos, sobre todo con respecto a los volúmenes que almacenaba. Habló de libros como 'Análisis de la posibilidad de invertir los efectos físicos y metafísicos de la muerte, con especial reintegración de la esencia y la materia', 'Donde hay una varita hay una manera', 'Árboles Carnívoros del Mundo', 'La filosofía de lo terrenal: por qué los muggles prefieren no saber', 'La Quintaesencia: una búsqueda', o 'Vida y mentiras de Albus Dumbledore', recientemente añadido por la periodista Rita Skeeter. Aunque también tiene una gran cantidad de libros de Quidditch, de transformaciones, de alquimia... ¡Incluso cuentos! Es lógico que Hermione pasara tanto tiempo absorta en la biblioteca.
Pero volvamos a la sección que nos interesa, que es la prohibida, donde se guardan libros sobre la magia negra. Harry, Ron y Hermione hicieron uso de la sección prohibida de la biblioteca mucho antes de llegar a sexto curso. La primera vez que lo hicieron fue en 'La Cámara Secreta', estando en segundo curso, cuando Hermione comenzó a investigar sobre cómo podría hacer la poción multijugos para conseguir sus planes. En el cuarto año, además, buscaron información para ayudar a Harry a pasar la segunda prueba del Torneo de los Tres Magos, siendo en esta ocasión la profesora McGonagall la que les permitió acceder a esta sección.
Solo podemos imaginar los misterios que se podrían encontrar en ese recodo de la biblioteca, y la utilidad que los magos podrían hacer de ellos. Lo cierto es que no todos sus experimentos eran siempre positivos; no hay mas que echar un vistazo a lo que hizo Voldemort con la información que obtuvo de los Horrocruxes para imaginar lo que el conocimiento, en malas manos, es capaz de propiciar a largo plazo.
La biblioteca de Hogwarts siempre será uno de los lugares más mágicos de todo el Castillo, y es que es la puerta a comprender de verdad la magnitud de Hogwarts en sí. ¿Os perderíais con ganas en esta biblioteca si se os diera la oportunidad?