El 24 de Noviembre 2014 | 15:20
No es que lo retro esté de moda, es que, entre algunos, nunca pasará. Esa sensación hace bastante tiempo perdida de coger un juego y conectarlo a la consola, o de lograr pasártelo con tu hermano, primo o amigo sin más ayuda que sus ánimos y sin más facilidades que pasarle el mando cuando estabas a punto de morir, vuelve a invadirnos a base de recuerdos y de experiencias que seguimos buscando hoy día, aunque sin el resultado que esperamos.
El mundo de los videojuegos ha cambiado tanto desde sus inicios hasta ahora, que es fácil entender porqué algo que ocurrió hace apenas 25 años se considera una reliquia del pasado, casi a la altura, para algunos, de míticas obras perdidas de hace siglos.
Retro Barcelona aprovecha esa pasión por algo que llenó las vidas de tanta gente para traer de nuevo esas sensaciones gracias a que, por suerte para todos, aún es posible revivirlas de primera mano, con las consolas originales y con televisiones de tubo que muchos consideran arcaicas pero que, con un buen 'Sonic the Hedgehog 2' original o incluso con un 'Windjammers' cobran un valor que ninguna televisión plana, curvada, HD, led o inteligente puede recrear.
Este evento juega con los sentimientos, pero no en el mal sentido de la frase, sino todo lo contrario. Nos trae la posibilidad, para aquellos que no la tenemos, de sentarnos delante de una Master System II, o de tener de nuevo en nuestras manos una Game Boy Color y de meter en su interior el cartucho que más idolatramos, y de ponernos a los mandos, con cable, por supuesto, que tantas horas de disfrute nos dieron.